El ataque, sin precedentes en esta etapa de la democracia argentina, mereció el inmediato repudio de ministros, legisladores, encumbrados dirigentes políticos de la oposición y el oficialismo, sindicatos y personalidades de distintos sectores, que pidieron el esclarecimiento del caso.
El intento de magnicidio quedó registrado en imágenes tomadas por la Televisión Pública en las inmediaciones del domicilio de la exmandataria, mientras el agresor, identificado como Fernando Andre Sabag Montiel, quedó detenido por agentes de la Policía Federal.
En una de las imágenes difundidas se ve con nitidez cuando la Vicepresidenta acababa de bajar de un auto para entrar a su domicilio y un arma se acerca a su cabeza. En el registro parece que el agresor intenta disparar.
El presidente Alberto Fernández consideró al hecho como «el más grave» desde el regreso de la democracia y declaró a este viernes feriado nacional «para que en paz y armonía el pueblo pueda expresarse en defensa de la vida y la democracia y en solidaridad con nuestra Vicepresidenta».
La Vicepresidenta regresó por la noche a su casa en la esquina de Juncal y Uruguay, en el barrio de Recoleta, donde una persona infiltrada entre la multitud intentó atacarla con un arma de fuego, un ataque gravísimo que a los pocos minutos fue confirmado desde el ministerio de Seguridad.
Durante la habitual ronda de saludos y muestras de afecto que la exmandataria realiza entre los militantes que se acercan a saludarla a su regreso del Senado, el agresor, con tatuajes en una de sus manos, acercó un arma a centímetros de su rostro e intentó gatillar, aunque no se produjo ningún disparo.
El individuo fue detenido por los custodios de la titular del Senado y luego llevado a un móvil de la Policía, donde se cubrió la cara con un abrigo, según transmitió la televisión que se encontraba en el lugar.
Minutos después del hecho, desde el Ministerio de Seguridad confirmaron a través de un comunicado que un «hombre se encontraría armado» y que «se lo identificó procediendo a su detención en la calle Juncal y Uruguay».
A pocos metros del lugar se encontró un arma calibre .32 marca Bersa, que tenía balas y que estaba apta para el disparo. Según los pesquisas de la Policía Federal Argentina, la pistola tenía cinco balas en su cargador.