Independiente consiguió su boleto a las Finales del Torneo Federal C y si bien logro el pasaje tras una serie de penales ante Racing de Olavarria no hay que perder de vista que el rojinegro tandilense no perdió de local en todo el campeonato, armo un equipo con jugadores que tienen la camiseta impregnada en la piel desde hace muchos años. Hoy puede estar pensando en la final después de que en la serie frente al chaira, la billetera y el renombre de Racing no pudieron frente al aplomo y amor propio de un equipo de pibes que ya se transformaron en hombres.
Antes del duelo de semifinales se puso como referencia que el equipo que hasta hoy dirigia Francisco Russo tenia más jerarquia que el de Gerardo Villar y que por ende la balanza de la serie estaba inclinada para el sector cementero de la Provincia de Buenos Aires. En el fútbol los partidos se juegan, se luchan y tras los 180 minutos Independiente terminó siendo mejor. Ganó en Tandil, no le dejo hacer goles a Racing por primera vez en el año y en Olavarria fue inteligente, aun con las bajas de dos jugadores como Camio y Kruger. Casas se transformó en héroe como Triviño lo fue ante Embajadores y hoy el rojinegro está a 180 minutos de un nuevo ascenso al Federal B.
No hay que perder de vista un dato en todo este armado de plantel de Independiente para afrontar el Federal C. A principios de año varios jugadores se fueron, muchos volvieron. En los comienzos del 2017 se estuvo a horas de no presentar equipo para jugar un torneo donde siempre es protagonista. Con todos esos problemas para sortear el plantel tiene un denominador común para estar en este presente: la identidad y el sentido de pertenencia hacia los colores.
Muchos de estos chicos que hoy ya preparan la final ante Costa Brava de La Pampa crecieron en el club. Desde los cinco años que recorren las instalaciones, en los primeros pasos con la pelota tuvieron a un entrenador como Duilio Botella que los fue formando para que en los momentos claves de las competencias puedan recordar de donde vienen y todo lo que pasaron con los colores rojo y negro. En el descifrado de los partidos no se habla del amor propio hacia un club, en este caso se tiene que hablar porque Racing podrá tener más billetes para gastar en jugadores que llegan desde otros lugares, sin embargo cuando se tiene amor propio, identidad y referencia por los colores es un plus que hace la diferencia en partidos definitorios.
Este plantel de Independiente tiene coraje y aplomo aunque la identidad y el respeto por la institución hizo que hoy falte solo un paso para volver a darle a Tandil un equipo en Federal B, Los procesos se respetan, los pibes que hoy son hombres lo lograron a domicilio en Olavarria por las manos de Casas, la cabeza de Sebastián Baquero, quizás uno de los pocos que llegó desde afuera, y por sobre todos los factores porque creyeron en ellos mismos, interpretaron al pie de la letra como jugar la serie y respetaron la indentidad de un club que los conoce desde que se atan los botines.
