Los primeros meses del Gobierno de Milei abrieron crisis en distintos frentes: la actividad productiva y comercial sufre las consecuencias de la abrupta caída de la actividad económica y los aumentos en las tarifas de luz y gas. En las dependencias de estatales hay despidos y denuncias de «persecusión ideológica». La UNICEN también cayo en la bolsa de desgobierno de Milei y su futuro es una incognita.
En la pequeña y mediana industria ya advierten suspensiones de trabajadores, luego de la brutal caída de la actividad económica y el aumento del costo de los servicios. «Aunque todavía no hay despido, ya se reducen las jornadas de trabajo», aseguró el presidente de APYMET, Omar Farah, en El Eco de Tandil. Mientras algunos especialistas nacionales ya hablan de depresión económica, en Tandil la actividad económica cayo un 4% durante el mes de febrero. A esta abrupta situación, hay que sumarle el aumento de la tarifa de electricidad y gas. «Hemos pasado estas etapas, pero nunca con tanto ajuste», agregó Farah en la entrevista que realizó ayer el Eco de Tandil.
Los despidos en el estado que lleva adelante el Gobierno de Javier Milei también agudizan la crisis que atraviesa la ciudad. Los cruces entre ATE y Gonzalo Santamarina, jefe libertario de la Regional de ANSES, continúan: «Santamarina miente y persigue ideológicamente a los trabajadores de ANSES», aseguraron desde el gremio de trabajadores del Estado. En ANSES son cuatro las personas despedidas, que se suman a las 19 que perdieron su trabajo en otras dependencias del estado (Servicio Meteorológico Nacional, Centro de Referencia del Ministerio de Trabajo, Secretaria Nacional de Niñez, ANSES, Conicet y Agencia Nacional de Discapacidad).
Finalmente la Universidad Nacional del Centro, al igual que todo el Sistema Universitario de Argentina, sufre las consecuencias del abandono por parte del Gobierno de Milei. Desde la comunidad educativa aseguran que, con el presupuesto asignado por el Gobierno Nacional, solo pueden funcionar de manera normal hasta el próximo mes. Mientras el tiempo, los trabajadores universitarios (docentes y no docentes) sufrieron una perdida del poder adquisitivo de alrededor del 50%, debido a las paritarias por debajo de la inflación que la administración de Milei decretó durante los meses de enero, febrero y marzo.
