Los clásicos no se pierden. Con esa frase tan de vestuario, tribuna y conferencia de prensa, podemos contextualizar lo que sucedió este fin de semana con los principales partidos de la Liga Profesional de Fútbol. En cinco de los juegos más destacados de la fecha 7°, la parda fue el resultado más repetido, que profundiza la idea de lo importante que resulta no caer ante tu eterno rival. River – Boca; Huracán – San Lorenzo; Gimnasia – Estudiantes; Belgrano – Talleres; y Lanus Banfield, repartieron puntos. Racing y Rosario Central fueron los grandes ganadores de los interzonales.
En la cancha de River, el local comenzó ganando el partido ante Boca por el gol de Solari, pero luego el bueno de Medina definió tras una gran jugada de Blanco por izquierda para estampar el 1 a 1 en el superclásico argentino. El xeneixe finalizó el partido con una superpoblación defensiva para cuidar el punto, mientras que Demichelis, durante la conferencia de prensa posterior al partido, se recostó sobre esa idea para decir que siempre respetará la idea futbolística de su club, sin poner tanta gente en defensa. Ninguno lo pudo ganar, primó más el miedo a caer con el eterno rival que apostar a conseguir el gol de la victoria.
Huracán y San Lorenzo aburrieron a todos el sábado por la tarde y el 0 a 0 fue el resultado final en el clásico de barrio más importante de Argentina. Por su parte Gimnasia y Estudiantes no animaron demasiado al público platense, que también se fue en una parda sin goles. Animado clásico disfrutaron los cordobeses, con un 2 a 2 y un penal errado entre piratas y tallarines. Lanus y Banfield cerraron la jornada de domingo con otro empate en el sur del conurbano bonaerense. Los clásicos no se pierden.
Racing y Rosario Central fueron los grandes ganadores de la fecha. Las dos academias lograron vencer a sus clásicos, Independiente y Newells, de visitante y por la mínima. El equipo de Gustavo Costas se impuso con un gol del resiliente «maravilla» Martínez. La prensa partidaria del rojo culpó a Tevez por el mal planteo. En Rosario, la cuna del fútbol nacional, Ignacio Malcorra volvió a amargar a los leprosos, en este caso en el Marcelo Bielsa. El 10 canalla marcó para que el fútbol, aunque sea una vez por fin de semana, se ilustre con jugadas y goles dignos del país campeón del mundo.
