El Diputado Nacional Rogelio Iparraguirre, en su condición de Vicepresidente 1° de la actual Comisión de Prevención de Adicciones y Control del Narcotráfico, en co-autoría con la diputada nacional por el Frente de Todos, Mara Brawer, presentó el último un proyecto de resolución para desglosar esa comisión en dos: por un lado, Prevención de Adicciones y Consumos Problemáticos, y por el otro, Control del Narcotráfico.
“Debiera ser de sentido común el desglosamiento de esa Comisión entre la prevención de las adicciones por un lado, y el combate y la lucha contra el narcotráfico por otro, porque son dos asuntos, dos campos de naturaleza distinta, incluso en algunos casos hasta contradictoria”, planteó el Diputado Nacional desde el primer momento en el que asumió ese rol en la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, acompañando un reclamo que venían realizando otros legisladores del bloque del Frente de Todos.
El nombre y las competencias de esta Comisión creada en 2002, “responde a un paradigma clásico que viene desde 1971, que es el paradigma prohibicionista, donde se ponen en las estrategias de combate contra el narcotráfico, en la misma línea a quienes consumen sustancias y a quienes producen, trafican”, analizó Iparraguirre. En esa misma línea, agregó: “Además, está subsumiendo la Prevención de Adicciones a las vinculadas a sustancias prohibidas y sabemos que hay otras adicciones, como la ludopatía o mucho más recientemente, las adicciones sobre todo de los más chicos y de los jóvenes, a las redes sociales, por ejemplo, algo que va a adquirir dimensión en el tiempo, aún nos cuesta verlo como una adicción, ¿y qué tiene que ver con la lucha contra el narcotráfico?”
Comprender la necesidad de realizar un abordaje diferenciado de ambas áreas, en el caso de la Comisión de Prevención de Adicciones y Consumos Problemáticos, permitirá profundizar en un tratamiento integral como una cuestión socio sanitaria, de salud mental y de derechos humanos, atendiendo a la multiplicidad de factores, de orden social, económico y cultural, centrada en la prevención y la reducción de riesgos y daños, no sólo considerando las adicciones a sustancias ilegales sino también legales y más novedosas.
El narcotráfico, por su parte, se trata de una cuestión de seguridad y política criminal que, por su complejidad y en cumplimiento de los convenios internacionales sobre la materia suscriptos por nuestro país, precisa un tratamiento específico. En ese sentido, la Comisión de Control de Narcotráfico podrá abocarse a dotar de instrumentos legislativos al sistema de persecución penal, de acuerdo con el programa “Argentina sin Narcotráfico”, a cargo del Ministerio de Seguridad de la Nación.
Separar el control del narcotráfico de la prevención de las adicciones es, a nivel del Poder Legislativo, un primer paso que muestra la voluntad política de acompañar el nuevo paradigma que se viene configurando hace algunos años en el que las personas adictas o con consumos problemáticos ya no son sujetos de persecución, sino de acompañamiento y asistencia.