Crisis institucional en Perú: el Congreso comenzó el debate por la destitución del Presidente Pedro Castillo

El Congreso unicameral de Perú debatía este lunes una nueva moción para destituir al presidente de la república, Pedro Castillo, de éxito poco probable según analistas, en un contexto de tensión por incidentes dentro del hemiciclo y por la presencia de cientos de manifestantes oficialistas y opositores solo separados por un cordón policial en las inmediaciones del parlamento.

El debate adquirió características sin precedentes por varios motivos, que comenzaron con la presencia de Castillo, que habló durante un cuarto de hora y luego pidió permiso para retirarse a cumplir compromisos de su agenda, lo que le fue autorizado por la presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, como «excepción». «La moción de vacancia es por incapacidad moral permanente pero no contiene un solo elemento que la sustente válidamente, se trata de una recopilación de versiones de un sector de la prensa», sostuvo Castillo.

El mandatario se presentó luciendo la banda presidencial y acompañado por media docena de ministros, dos hechos que fueron resaltados como sin precedentes en debates similares, según la televisora local RPP. Otra novedad la constituyó la presencia de tres funcionarios de la Organización de Estados Americanos (OEA) para observar el debate, permitida esta mañana por las autoridades del Congreso a pedido de la cancillería, según un documento al que tuvo acceso Télam.

El pedido de destitución de Castillo es promovido por la ultraderecha, con el fujimorismo en un rol clave, y para llegar a debatirse este lunes en el Congreso ha tenido el respaldo de bancadas de centro derecha. El inicio del proceso de destitución fue aprobado por 76 votos de 130 miembros del Parlamento unicameral. Para concretar el derrocamiento de Castillo se necesitan 87 votos. Se considera altamente improbable que la ultraderecha consiga esos votos, pero la política peruana suele dar sorpresas.

Castillo he rechazado las acusaciones en su contra –“yo no he venido a robarle un centavo al pueblo”, ha repetido- y ha acusado a un sector de la oposición parlamentaria de querer destituirlo desde el primer día de su gobierno. Una referencia a la ultraderecha que no aceptó su triunfo electoral, intentó evitar que asuma el poder y que desde el inicio del gobierno conspira para derrocarlo.

El mandatario ya debió cambiar tres veces a su gabinete, muy cuestionado por el legislativo. La posibilidad de destituir al presidente de la república por la causa constitucional de incapacidad moral permanente registra varios antecedentes cercanos. El presidente Pedro Pablo Kuczynski sorteó con éxito una moción en diciembre de 2017 y en marzo de 2018 renunció para evitar ser destituido en otra similar. Su sucesor, Martín Vizcarra, afrontó dos mociones de vacancia en septiembre y noviembre de 2020. Superó la primera y fue destituido en la segunda.

Redaccion

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