La Argentina alcanzó su segundo objetivo en el Mundial China 2019. Y esta vez fue sin jugar. Tras conseguir la clasificación a los Cuartos de Final (martes 8 hs, vs Serbia), hoy festejó a la distancia, en las habitaciones del hotel de Dongguan: Brasil perdió con Estados Unidos (89-73 para los norteamericanos) y ese resultado le dio a la albiceleste la clasificación para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
El Mundial de básquet de China encierra un minitorneo que otorga siete plazas para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. ¿Cómo se distribuyen los lugares? Se clasifican las dos mejores selecciones europeas, las dos americanas, una por África, otra por Asia y otra por Oceanía (que ya se sabe que es Australia desde el cierre de la primera etapa). Eso, claro, sin contar el repechaje.
La eliminación de la República Dominicana dirigida por Néstor «Che» García (82-76) ante Australia le sacó un peso a la Argentina, que dejó atrás uno de sus obstáculos. La buena noticia fue que anteayer, República Checa dejó más que herido a Brasil, al que venció por 93-71 y lo puso contra las cuerdas: tenía que ganarle a Estados Unidos. Por eso, la Argentina tenía la posibilidad de clasificarse directamente a los Juegos Olímpicos con el triunfo estadounidense.
«Todavía no caemos. Nos mirábamos, nos abrazábamos, nos felicitábamos. Fue medio raro porque se dio sin jugar, si bien jugamos y ganamos todos, que se haya dado la clasificación sin jugar es raro. Pero estamos muy contentos, muy satisfechos. No perdemos el rumbo tampoco, mañana tenemos un rival durísimo (Serbia), pero queremos seguir subiendo y queremos competir», destacó Facundo Campazzo, en diálogo con TyC Sports, minutos después de la clasificación a los próximos Juegos.
Y añadió: «Esta clasificación no cambia nada. Damos vuelta la página y tenemos que pensar ya mismo en Serbia. Fue raro porque estábamos sentados en un sillón mirando relajados el partido, y cuando terminó festejamos. Pero con tranquilidad. Queremos seguir midiéndonos contra los mejores, buscando la mejor versión y mostrando ese ADN que nos caracteriza. Quizás ese acto inconsciente que te hace competir cuando no hay un mañana te hace rendir más aún. Pero cuando se habla de un rival como Serbia, el foco sigue siendo el mismo: queremos pasar a la semifinal».