La polémica por la pileta del CEF N° 42 salió a la luz pública en la tarde de ayer, cuando el concejal de Unidad Ciudadana Rogelio Iparraguirre denunció en las redes sociales que el gobierno de Migual Ángel Lunghi había prometido a la institución, adjudicado y entregado un adelanto a una empresa, para la realización de una pileta que debía haberse terminado hace unos 9 meses, aunque nunca se realizó.
Ahora, en su afán de responderle a su principal opositor, el gobierno del Dr. Lunghi salió a responder a las apuradas a través de una gacetilla de prensa, en la que señalan que el Secretario de Gobierno comunal, Oscar Teruggi, admitió «que el Municipio resolvió la recisión del contrato por incumplimiento con la empresa ZyaSa, que había resultado adjudicataria de la obra».
La obra más grande que se había encarado con el Fondo de Financiamiento Educativo
Lo curioso es que se trata de la mayor obra anunciada con fondos del controvertido Fondo de Financiamiento Educativo, un flujo de dinero provincial que el gobierno de Lunghi debería destinar a obras en instituciones educativas y proyectos pedagógicos, pero que año tras año sub ejecuta, y del que admitió años anteriores haberlo utilizado para colocarlo en plazos fijos.
Este dato dispara un interrogante que será difícil de responder para los hombres del Intendente: ¿En qué momento, si no era por la denuncia de Iparraguirre, pensaban comunicarle a la comunidad toda, y en particular a la comunidad educativa, que la mayor obra encarada con el FFE había tenido inconvenientes y habían tenido que rescindir el contrato?
Lunghi tapando agujeros para llegar «limpio» a las elecciones
Así como sucedió con el edificio que Protección Ciudadana alquiló durante meses sin darle ningún uso y malgastó más de medio millón de pesos que el intendente Lunghi puso luego de su bolsillo en una doble jugada para «zafar» del tribunal de cuentas y al mismo tiempo dar un golpe de efecto electoral; ahora vuelven a correr detrás de la agenda de problemas que la oposición logra hacerle ver, aunque no es tarea fácil con un mandatario acostumbrado a ignorarla.
Iparraguirre plantea en su denuncia que “cuando decimos que el Intendente encabeza hoy un equipo que perdió hace rato la vocación de servicio y las ganas por gestionar, no es figurativo sino que tiene consecuencias directas. Esta es una triste y preocupante muestra de esa ineficiencia producto del agotamiento que nos afecta cada día más a todos y todas”.
Claramente, las intenciones del Intendente dejaron de estar concentradas en mejorar la vida de los ciudadanos de Tandil, y, como todo gobierno que se entroniza en un sillón, comienza a poner por delante sus objetivos de permanencia en el poder. La denuncia de Iparraguirre era un escoyo en su afán reeleccionista y no lo dejó crecer. De inmediato se puso a terminar la pileta. Tal vez la insistencia en temas incómodos para su proyecto personal, sea la única manera de llamarle la atención.
«El proyecto y el financiamiento establecido para el proyecto está garantizado»
Ahora, sin temor a quedar obvios y sin ruborizarse, desde el gobierno mandaron a Teruggi a decir que “el proyecto y el financiamiento establecido para el proyecto está garantizado y en poco tiempo tendremos un avance más con la instalación de la estructura principal del complejo, que ya está fabricada por una empresa de Córdoba y esto certificado por el Municipio. La misma empresa se encargará de su traslado a Tandil y todo el proceso de montaje en las próximas semanas”.
Finalmente, sobre las demoras, admitió que “lamentablemente ha tenido algunos retrasos en los plazos derivados de la difícil situación económica del año pasado, la devaluación de la moneda que trastocó todos los costos y con los inconvenientes que tuvo la empresa que había ganado la licitación pública”.
