Tras el triunfo: Milei ahora irá a fondo en el Congreso con la reforma laboral y previsional para hundir los ingresos

El contundente triunfo de La Libertad Avanza en las elecciones legislativas nacionales presume una avanzada del gobierno de Javier Milei sobre los derechos de los trabajadores y los jubilados. En medio de una crisis de ingresos fenomenal, los violetas irán a fondo por una reforma laboral y una previsional que serán regresivas en todos los aspectos: flexibilizar las remuneraciones desvinculándolas de las negociaciones colectivas tradicionales, limitar la litigiosidad en favor de la patronal, ampliar le periodo de prueba, eliminar las moratorias y perpetuar la pauperización de la Pensión Universal del Adulto Mayor (PUAM).

Aunque no estará exento de negociar con el resto de los bloques para concretar este tipo de reformas, Milei se verá envalentonado para formalizar lo que en la realidad efectiva ya sucede. Argentina sufre una crisis de ingresos producto de un ancla salarial exigente que impone paritarias a la baja; un ajuste fiscal que convalida caídas históricas de salarios públicos, jubilaciones y programas sociales; y un mercado de trabajo con más desempleo, informalidad y pluriempleo.

La agenda del Gobierno frente a la crisis de ingresos tiene grandes dificultades. La política salarial es un pilar de su política antiinflacionaria y uno de los ejes de su reforma laboral, el ancla fiscal es innegociable, reforzado por su estrategia de vuelta a los mercados. Los cambios en el empleo reflejan una crisis estructural que dificultan que mejoren los ingresos de los hogares, aún si la economía consiga volver a crecer.

En principio, la reforma laboral de Milei pretende impulsar una renegociación de los convenios colectivos de trabajo, digitalizar los procesos de contratación de empleados, abrir la posibilidad de pactar contratos en dólar o cualquier moneda sin tope, la posibilidad de incorporar un sistema de banco de horas, y la constitución de un sistema de ahorro destinado a cubrir las eventuales obligaciones por despido.

El fondo de cese debe ser reglamentado en cada convenio colectivo. Por ejemplo, si un trabajador tuviera un salario de 1.000.000 de pesos, con un aumento acumulado del 20% y actualizaciones cada 3 meses, si es despedido luego de 24 meses de antigüedad, cobraría por el fondo de cese un monto mínimo de 2.263.077 pesos (más el retorno que obtenga por las inversiones acumuladas en ese período).

Las empresas y sus empleados podrán acordar el reemplazo del régimen de indemnización laboral por antigüedad por un seguro, con las compañías habilitadas por la Superintendencia que conduce Guillermo Plate. A partir de la reglamentación, se habilita una cartera de inversiones habilitada para que la aseguradora coloque esos fondos, con la meta de lograr rendimientos que incrementen el capital. Todo esto remite al fantasma del fracaso de las AFJP.

Qué hará Milei con los jubilados
La fórmula jubilatoria con ajuste mensual (indexación a dos meses) y el congelamiento del bono a la jubilación mínima (que representaba más de 30% haber), delineó una recuperación heterogénea. La jubilación mínima que cubre a más del 60% de los jubilados se encuentra 5,5% por debajo de noviembre de 2023, mientras que las jubilaciones medias y altas se encontraron un 10% por encima. En los próximos meses se espera un estancamiento o caída real de los haberes por la mayor inflación.

A este colapso, lo que Milei tejerá en el nuevo Congreso incluso será aún más regresivo. La iniciativa buscaría homogeneizar o borrar más de 100 regímenes jubilatorios que hoy contemplan condiciones diferenciales de acceso al beneficio según la actividad laboral. En paralelo, se vislumbra un nuevo sistema de jubilaciones estructurado en un haber proporcional a los aportes registrados durante la vida laboral y un ingreso asistencial básico universal, equivalente a la Prestación Universal al Adulto Mayor (PUAM), actualmente fijada en el 80% de la jubilación mínima.

Desde la eliminación de la moratoria previsional en marzo, la PUAM quedó como única opción para quienes no tienen 30 años de aportes registrados. El impacto más duro se lo llevan los trabajadores informales, los monotributistas, cuentapropistas y a sectores que no recibieron aportes patronales durante años.

Envalentonado, Milei buscará sellar en la ley la crisis de ingresos que él mismo provocó y quiere perpetuar. En sus espaldas yace el apoyo de Estados Unidos, del FMI y, ahora, buena parte de la voluntad popular que reflejará el Congreso.

Fuente: El Destape

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