Frío, ajuste y abandono: sin calefacción en plena ola polar, el Garrahan colapsa porque el Gobierno le «soltó la mano»

Mientras el Área Metropolitana de Buenos Aires atraviesa temperaturas bajo cero y gran parte del país se encuentra bajo alerta por frío extremo, en el Hospital Garrahan —referencia nacional y latinoamericana en salud pediátrica— los niños esperan atención médica sin calefacción. En pleno invierno, parte del edificio ambulatorio quedó sin sistema térmico por falta de mantenimiento, en medio del silencio oficial.

“Las enfermeras tuvieron que avisar a los familiares. Desde el año pasado venimos denunciando el vaciamiento del hospital”, señaló Norma Lezana, secretaria general de la Asociación de Profesionales y Técnicos del Garrahan (APyT). La falta de respuestas por parte del Gobierno nacional y de la dirección del hospital agrava una situación que ya es crítica. “Los niños que atendemos no dan margen para el ajuste. El Gobierno nos soltó la mano”, afirmó.

Este lunes hubo una audiencia en la Secretaría de Trabajo, pero las autoridades, una vez más, no se presentaron. Según Lezana, el vínculo con el Ministerio está cortado, y la gestión del hospital, directamente ausente. “Las autoridades agreden al equipo de salud y no entienden las necesidades de un edificio que requiere mantenimiento constante”, denunció.

El conflicto llega a un punto de inflexión este martes, cuando el jefe del Servicio de Oncología, Dr. Pedro Zubizarreta, leerá públicamente una carta frente al hospital. En ella se detallará “el grave momento que atravesamos” y se pedirá el apoyo de la sociedad y del Congreso para aprobar la Ley de Emergencia para la Salud Infantil, que será debatida este miércoles 2 de julio.

En paralelo, el personal de salud impulsa una marcha federal multisectorial a Plaza de Mayo para el 17 de julio, con el respaldo de sindicatos, familias de pacientes y organizaciones sociales. Reclaman una recomposición salarial del 100% y un sueldo mínimo que equipare la canasta familiar, hoy calculada en $1.800.000. Médicos, residentes, técnicos y becarios están incluidos en el reclamo.

“La calefacción no funciona. El presupuesto no alcanza. El Garrahan se congela y, con él, la salud pública”, sintetizó Lezana. En el hospital más emblemático del país, donde se trata a niños con enfermedades graves, la emergencia no es solo térmica: es sanitaria, laboral y política. Y mientras tanto, el Gobierno, lejos de dar respuestas, elige mirar para otro lado.

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