Tras el fallecimiento del Papa Francisco el pasado 21 de abril, la iglesia católica comenzará este miércoles 7 de mayo en la Capilla Sixtina con el cónclave que determinará quién será el próximo líder de la Iglesia Católica. Los cardenales votarán al sucesor. Hasta el momento son 133 procedentes de 70 países de los cinco continentes. Se calcula que las puertas de la Capilla Sixtina, donde los religiosos se reunen a votar, se cerraron entre las 16.30 y 17 horas (hora local de Roma) y a las 11:30 horas o 12 del mediodía de Argentina para comenzar con el Cónclave 2025.
Los purpurados podrán votar hasta cuatro veces este miércoles. En caso de no llegar al mínimo de votos requeridos para elegir al sucesor del papa Francisco, en este caso se requieren un total de 89, el cónclave 2025 continuará durante el jueves.
Los cardenales celebrarán una misa solemne en la Basílica de San Pedro y, luego, aquellos menores de 80 años se reunirán en la Capilla Sixtina para llevar a cabo una votación secreta, que podría extenderse durante varios días.
¿Cómo se realiza el cónclave en el Vaticano?
Una vez que están presentes todos los cardenales en la misa que se realiza en la basílica de San Pedro y que es liderada por el decano del Colegio Cardenalicio, cantan el “Veni Creator” en la Capilla Paolina para invocar al Espíritu Santo para la elección y, en tercer lugar, se reúnen a puertas cerradas en la Capilla Sixtina para comenzar el cónclave.
Durante el cónclave, y habrá cuatro votaciones diarias: dos por la mañana y dos por la tarde. Si los cardenales no llegan a un acuerdo sobre el próximo papa, luego de tres días sin resultados, las votaciones se cancelan un máximo de 24 horas para una pausa de oración, una libre reunión entre los electores y una breve exhortación espiritual, aprobada por el cardenal decano de la orden de los diáconos.
Para que se anuncie un nuevo Papa, un candidato deberá tener la mayoría de los dos tercios de los votos. En caso de no lograr un consenso tras varias rondas, se continuará votando hasta alcanzar el acuerdo necesario.
Una vez que votaron todos los cardenales y llegaron a un acuerdo sobre quién será el próximo líder católico, se producirá una “fumata” blanca, tras la quema de papeletas junto a sustancias químicas especiales. Pero, si hay humo negro, quiere decir que aún no se ha alcanzado la decisión.
Tras haber sido aceptada la elección, el nuevo pontífice selecciona el nombre papal y se presenta ante miles de fieles desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, pronunciando las tradicionales palabras «Habemus Papam».
Previamente, al inicio del cónclave, los cardenales electores tienen pequeñas reuniones conocidas como «congregaciones generales». Allí, los cardenales plantean problemáticas que debe tratar la Iglesia Católica y el perfil que debe tener el próximo papa. (Perfil)