La canasta de servicios públicos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) acumuló un aumento del 526% desde diciembre de 2023 hasta septiembre de 2025, según el informe mensual del Observatorio de Tarifas y Subsidios del IIEP. En el mismo período, la inflación fue del 164%.
Aunque en septiembre la canasta bajó 7,7% respecto a agosto, sigue marcando un crecimiento muy por encima del índice de precios.
En lo que va del año, el incremento acumulado es del 24%, mientras que la inflación acumula 21%.
La canasta de servicios públicos subió un 526%, tres veces más que la inflación, en los últimos dos años
Desde 2023, los servicios públicos aumentaron 3 veces más que la inflación
Un hogar promedio del AMBA, sin subsidios, gasta actualmente $173.625 para cubrir sus necesidades de energía, transporte y agua potable.
Entre los servicios, el transporte fue el que más aumentó: 33% interanual, pasando de $56.228 a $74.692. Le siguen el gas natural, con un 23% de suba ($28.342 a $34.765), el agua potable, también 23% ($24.762 a $30.466), y la electricidad, 18% ($28.544 a $33.703).
Según el informe, el transporte aporta 13 puntos porcentuales del incremento total, el gas 5, y la electricidad y el agua 4 cada uno.
El documento aclara que los hogares del AMBA pagan en promedio el 50% del costo de los servicios, mientras que el Estado cubre la otra mitad, aunque la distribución de los subsidios varía según el tipo de hogar y el servicio.
En relación con los ingresos, la canasta de servicios representa el 11,1% del salario promedio registrado ($1.564.013), o dicho de otro modo, con un sueldo se podrían comprar 9 canastas de servicios públicos, frente a 7,8 en septiembre de 2024.
El transporte concentra el 43% del gasto, duplicando la participación de cualquiera de los otros servicios sobre el salario.
La canasta de servicios públicos subió un 526%, tres veces más que la inflación, en los últimos dos años
Javier Milei, contra las cuerdas: más de la mitad de los argentinos lo desaprueban
A casi dos años de haber asumido la presidencia, la desaprobación hacia Javier Milei sigue creciendo.
Más de la mitad de los argentinos ya no aprueban su gestión, según las últimas encuestas. La promesa de un cambio profundo, que tanto prometió, no llegó.
El dólar, que llegó a 1.515 pesos, hace que todo sea más caro, y aunque la inflación bajó a 1,9% en el último mes, los sueldos siguen sin alcanzar para cubrir los gastos básicos.
Milei cae en las encuestas: superó el 50% de desaprobación, según RDT Consultores
A todo esto, el gobierno sigue recurriendo a préstamos del Banco Mundial y del BID. La deuda externa sigue creciendo, y con ella, la sensación de que el país está cada vez más atado a las decisiones de los mercados internacionales. La pregunta es: ¿quién va a pagar todo esto?
La derrota de Milei en las elecciones bonaerenses de septiembre, contra Fuerza Patria, fue un golpe duro. El presidente se metió de lleno en la campaña, convirtiéndola casi en un plebiscito sobre su gestión.
Pero el resultado fue una amarga sorpresa. La derrota dejó claro que algo está pasando: la gente ya no lo sigue como antes.
La imagen de Javier Milei bajó más de seis puntos en el último mes y su aprobación retrocedió un 4,6%. El apoyo al presidente sigue siendo flojo y sus promesas de estabilizar la economía y ponerle un freno al gasto público no parecen haber dado los resultados que esperaba.
En el mismo sentido, la figura de Karina Milei, que había sido clave en el oficialismo, también sufrió un enorme golpe, mientras que Axel Kicillof, el gobernador de la provincia, sumó 8,6 puntos y hasta superó a Cristina Kirchner en la imagen pública.
La recesión económica parece ser la principal razón del mal momento de La Libertad Avanza. La gente está cada vez más preocupada por la pérdida de poder adquisitivo y la falta de empleo, lo que genera una desconexión entre las promesas de Milei y la realidad que viven las familias argentinas.
Y como si fuera poco, la pobreza sigue pegando fuerte. En el primer semestre de 2025, más del 31% de los argentinos vive por debajo de la línea de pobreza. Un número que refleja la creciente desigualdad que hay en el país.
Y la realidad es cruda: el 86% de los argentinos no llega a fin de mes. Mientras tanto, apenas un 14% asegura que su sueldo le cubre todos los gastos. Cada vez son más las familias que sienten el golpe de la crisis.
Con la presión sobre los hombros, Milei tiene por delante un desafío aún mayor. La desaprobación sigue creciendo y la paciencia de la gente parece estar llegando a su límite.
Fuente: Data Diario