En menos de un mes: los combustibles aumentaron 5 veces

Desde la madrugada del martes, las estaciones de servicio aplicaron un nuevo incremento promedio del 3% en los precios de naftas y gasoil. El ajuste se suma al de la semana pasada y consolida una dinámica de aumentos constantes en el sector, que acumulan cerca de un 8% en menos de dos meses.

El incremento tomó por sorpresa a los automovilistas, ya que desde junio el Gobierno eliminó la obligación de comunicar previamente los cambios de precios. “Hoy las petroleras y estaciones no están obligadas a comunicarlo”, admitieron desde la Secretaría de Energía, justificando la medida como parte de la política de “dar más libertad al sector privado”.

Como referencia, en la red de estaciones Shell la nafta premium pasó de $1.715 en agosto a $1.782 en septiembre. En apenas días, los valores se ajustaron sucesivamente: el 6 de septiembre a $1.729, el 7 a $1.738, el 13 a $1.752 y finalmente a $1.782 tras la última suba.

El impacto no se limita a los conductores: el encarecimiento de los combustibles repercute en toda la economía, ya que incrementa los costos de transporte y logística, lo que a su vez presiona sobre los precios finales de bienes y servicios. Tanto consumidores como sectores productivos advierten que los ajustes constantes en el surtidor terminan trasladándose a la inflación general.

Con este nuevo aumento, los combustibles refuerzan su rol como uno de los principales factores de presión sobre el bolsillo de los argentinos y el funcionamiento de la economía cotidiana.

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