El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue condenado este jueves por la Corte Suprema a 27 años y 3 meses de prisión por el intento de golpe de Estado del 8 de enero de 2023, cuando miles de sus seguidores asaltaron las sedes de los tres poderes en Brasilia, una semana después de la asunción de Lula da Silva.
Por cuatro votos contra uno, los jueces lo declararon culpable junto a otros siete acusados, entre ellos exministros y altos jefes militares. El relator del caso, Alexandre de Moraes, señaló a Bolsonaro como “líder” de una “organización criminal” que buscó abolir el Estado democrático de derecho. La mayoría de la Corte coincidió en que existen pruebas concluyentes de que el expresidente alentó una trama golpista desde 2021.
Bolsonaro, bajo arresto domiciliario desde agosto, no estuvo presente en la audiencia. Tras conocerse el fallo, sus hijos Flávio y Eduardo denunciaron persecución judicial y lanzaron una campaña en redes bajo el lema “Suprema persecución, quieren matar a Bolsonaro”. En paralelo, Lula sostuvo que hay “cientos de pruebas” que demuestran la conspiración.
Entre los condenados se encuentran el excomandante de la Marina, Almir Garnier, y tres generales de la reserva, que recibieron penas de entre 19 y 26 años de prisión. La Fiscalía acusó a los ocho implicados de delitos de golpe de Estado, abolición del orden democrático, organización criminal y deterioro del patrimonio protegido.
Aunque la defensa podrá presentar recursos de aclaración que podrían aplazar o reducir la pena, la condena representa un hito judicial contra el bolsonarismo. El fallo, que también tiene repercusiones internacionales —con Trump manifestando apoyo inmediato a su aliado—, llega mientras Bolsonaro enfrenta otras causas por corrupción, desinformación y apropiación indebida de bienes públicos.