Israel bombardeó Qatar: es el sexto país que ataca en menos de dos años

Israel atacó este martes a Qatar, con el objetivo de matar a los miembros de la delegación negociadora de Hamas mientras estaban en una reunión discutiendo la última propuesta estadounidense para la tregua en la Franja de Gaza. El grupo islamista indicó que seis personas murieron en el hecho, aunque ninguno de ellos formaba parte de su delegación negociadora. El gobierno qatarí calificó el hecho como un caso de «terrorismo de Estado» y subrayó que no dudará en defender su soberanía y afrontará con firmeza cualquier violación de seguridad, mientras que los países árabes repudiaron el bombardeo y expresaron su apoyo a Doha.

El ataque
Alrededor de las 16.00 hora local, varias explosiones se escucharon en la capital del país del golfo y se elevó una columna de humo sobre la ciudad. Poco después, el Gobierno qatarí confirmó que Israel había atacado una reunión de varios miembros del la cúpula de Hamas, sin identificarlos, en un edificio residencial.

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, justificó el ataque contra los líderes de Hamas por el atentado de este lunes en Jerusalén, que causó seis muertos y ha sido reivindicado por el brazo armado del grupo islamista. «La acción de hoy contra los principales cabecillas terroristas de Hamas fue una operación israelí totalmente independiente. Israel la inició, la llevó a cabo y asume toda la responsabilidad», dijo la oficina del mandatario en un mensaje, sin mencionar directamente a Qatar.

El premier señaló que la guerra en Gaza puede terminar inmediatamente si Hamas acepta la propuesta de tregua del presidente estadounidense Donald Trump. «Israel aceptó los principios, la propuesta presentada por el presidente Trump para poner fin a la guerra, comenzando con la liberación inmediata de todos nuestros rehenes», declaró Netanyahu en un acto celebrado en la embajada estadounidense en Jerusalén. «Si se acepta la propuesta del presidente Trump, la guerra puede terminar inmediatamente», añadió.

Hamas dijo en un comunicado que las seis personas que murieron en el ataque no formaban parte de su delegación negociadora. Entre los fallecidos se encuentran Hamam Khalil al Hayya, el hijo de Khalil al Hayya (que dirige la delegación negociadora de Hamas), y Yihad Labad, el director de la oficina del jefe negociador del movimiento palestino. Además, perdieron la vida tres guardaespaldas –Abdulá Abdul Wahid, Moamen Hasuna y Ahmed al Mamluk– y también un miembro de las fuerzas de seguridad qataríes, Bader Saad Mohamed al Humaidi al Dosari, cuyo fallecimiento ya había sido confirmado por el Ministerio del Interior qatarí.

«Confirmamos el fracaso del enemigo en asesinar a nuestros hermanos de la delegación negociadora», expresó el grupo islamista, que también avisó que el ataque no modificará sus requisitos para un acuerdo en Gaza, que pasan por el fin de la ofensiva, la retirada total de las fuerzas israelíes de Gaza, el intercambio de rehenes por presos palestinos en Israel y la reconstrucción del enclave.

«Terrorismo de Estado»
El gobierno qatarí condenó el bombardeo, al que tildó de «ataque criminal» y una clara violación de todas las leyes y normas internacionales. El Primer Ministro y Ministro de Asuntos Exteriores, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, manifestó en una conferencia de prensa el bombardeo fue traicionero y subrayó que su país no dudará en defender su soberanía y afrontará con firmeza cualquier violación de seguridad. «Lo que ocurrió hoy es terrorismo de Estado y un intento de desestabilizar la seguridad y la estabilidad regionales, (…) el ataque no sólo violó el derecho internacional sino también todas las normas éticas», recalcó.

El jeque dijo que tomará las medidas necesarias para responder al ataque, subrayando que lo ocurrido envía un mensaje peligroso a la región de que hay un actor deshonesto involucrado en el caos político. «Netanyahu está llevando a la región a un nivel irreversible, y su barbarie debe ser respondida de manera unificada», apuntó. «Las acciones de Israel no pueden pasarse por alto, y deben tomarse todas las medidas necesarias contra ellas», insistió.

El portavoz del Ministerio de Exteriores qatarí, Majed al Ansari, desmintió que Estados Unidos hubiera informado a su país del ataque antes de que se llevara a cabo, y dijo que un funcionario estadounidense llamó al mismo tiempo de que tenía lugar. «Las declaraciones que circulan de que Qatar fue informado del ataque con antelación son falsas. La llamada de un funcionario estadounidense se produjo mientras sonaban las explosiones por el ataque israelí en Doha», afirmó de forma escueta en su cuenta oficial de la red social X.

Al Ansari se refería a las afirmaciones de la Casa Blanca, que indicó que el presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó inmediatamente al enviado especial para Medio Oriente, Steve Witkoff, que informara a los qataríes del inminente ataque.

El magnate republicano lamentó que el ataque tuviera lugar en Qatar, según declaró la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en una conferencia de prensa. «Bombardear unilateralmente a Qatar, una nación soberana y un aliado cercano de Estados Unidos que trabaja duro, con valentía y asumiendo riesgos para negociar la paz, no promueve los objetivos de Israel ni de Estados Unidos», declaró Karoline Leavitt a la prensa. Haber atacado este lugar deja una muy mala impresión a Trump, precisó, agregando sin embargo que eliminar a Hamas es un objetivo legítimo. «El presidente Trump cree que este desafortunado incidente podría servir como una oportunidad para la paz», añadió la portavoz.

Qatar, uno de los mediadores junto a Egipto y Estados Unidos para las negociaciones de la tregua en Gaza, acoge a los dirigentes del grupo islamista y ha sido lugar de conversaciones indirectas para alcanzar un alto el fuego con la delegación israelí, invitada en numerosas ocasiones al país. También es un importante aliado de Estados Unidos fuera de la OTAN y es la mayor sede del cuartel general regional de la Fuerza Aérea estadounidense en Medio Oriente. Esta fue objeto de ataque por Irán hace tres meses, que precisamente terminó con la guerra de doce días entre Israel y Teherán.

Condena internacional
Mientras tanto, el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abulgueit, condenó el ataque israelí y lo denunció como «una violación flagrante y completamente inaceptable» de la soberanía del país, mientras que el portavoz oficial del secretario, Yamal Rushdi, indicó que la organización se solidariza con Qatar y con cualquier medida que el país adopte para proteger su soberanía y salvaguardar su seguridad.

Egipto también ha declarado su plena solidaridad con el pequeño emirato tras el ataque, que calificó como un precedente peligroso y un hecho inaceptable. La vecina Arabia Saudita se ha sumado a las muestras de apoyo y, según informó la agencia oficial SPA, el príncipe heredero y primer ministro, Mohamed bin Salmán, llamó al emir de Qatar para expresarle de primera mano su pleno apoyo y su condena al bombardeo israelí.

Incluso Emiratos Árabes Unidos, un país con relaciones no siempre fluidas con Qatar, expresó su apoyo. «Hacemos un llamado a la comunidad internacional, en particular al Consejo de Seguridad de la ONU, a asumir sus responsabilidades legales y morales para disuadir a Israel y detener estos bárbaros ataques israelíes y prevenir así repercusiones extremadamente peligrosas», indicó el viceprimer ministro y ministro de Exteriores, Abdullah bin Zayed, en un comunicado.

Desde Irán, el portavoz del Ministerio de Exteriores, Ismail Baghaei, se refirió al ataque como un acto sumamente peligroso y criminal, según la agencia IRNA. «Es una advertencia de los peligros derivados de la persistente inacción e indiferencia de la comunidad mundial frente a las agresiones y violaciones de la ley que comete el régimen sionista en Palestina ocupada y en la región de Asia Occidental”, manifestó.

El papa León XIV lamentó el ataque, al igual que la evacuación de la ciudad de Gaza anunciada por el ejército israelí, al ser preguntado a su salida del Palacio de Castelgandolfo antes de regresar al Vaticano. «Toda la situación es muy grave», afirmó el pontífice, quien añadió: «No sabemos a dónde van las cosas, tenemos que rezar».

Fuente: Página 12

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