La política de la crueldad: en ANDIS celebraron dar de baja miles de pensiones por discapacidad al azar

El 8 de agosto de 2025 el vocero presidencial Manuel Adorni anunció que el gobierno había dado de baja más de 100.000 Pensiones No Contributivas por Discapacidad Laboral. Agregó que el 60% de las personas no se presentaron a verificar los requisitos para que de ese modo ANDIS y su personal pudieran asegurar que las pensiones sean otorgadas únicamente a quienes las necesitan. Con el antecedente de haber presentado un tiempo antes una imagen de una radiografía de un perro para decir que con esa documentación alguien cobraba un beneficio -algo que no solo fue desmentido en el momento sino confirmada la falacia por el mismo Spagnuolo en uno de los audios-, la idea siempre fue demonizar a las personas más vulnerables de la escala social, personas con discapacidad y además en situación de pobreza, como especuladores, mentirosos o vivillos que viven de arriba con la plata del Estado.

Adorni dijo: “En el marco de la revisión de pensiones por discapacidad, la Agencia Nacional por Discapacidad (ANDIS) ya suspendió más de 100.000 pensiones, concretamente 110.522, que habían sido mal otorgadas en gestiones anteriores. Además, se dieron de baja otras 8.107 que correspondían a personas fallecidas y unas 10.038 de personas que renunciaron a la pensión“.

El cálculo del Ejecutivo del “ahorro” para las arcas del Estado que representan estas bajas en Pensiones no Contributivas por Discapacidad Laboral representaría unos 35 mil millones de pesos mensuales. Para más datos, y a modo ilustrativo, Adorni recordó que: “Entre 2003 y 2015 (los tres gobiernos kirchneristas) la cantidad de Pensiones no Contributivas por Invalidez Laboral pasó de 79.000 a 1.045.000″.

El portavoz oficial también expresó que: “Este número estratosférico no corresponde a un país que no sufrió guerras militares ni catástrofes naturales» sin aclarar, como hubiera sido correcto, que hasta 2003 había un cupo para esas pensiones que no debían superar las 70mil, más allá de que las personas con discapacidades fueran muchas más. Durante el gobierno kirchnerista, ese tope se abolió y se relevó a todas y cada una de las personas que se registró, e incluso fueron a la busca de personas que jamás siquiera supieron que tenían derecho a ese cuidado.

Se considera que el 6% de la población tiene algún tipo de barrera de salud que le impide su natural desenvolvimiento en la vida cotidiana y laboral; además, la mitad de la población general está bajo el índice de pobreza; por lo que considerar que más de un millón y medio de personas merece una pensión es algo que incluso, está por debajo de la cifra justa. De todos modos Adorni y los funcionarios de gobierno no consideran ninguna de estas cuestiones sin pensar que hay un “curro” detrás.

Los trabajadores de la Andis fueron presionados para poner en marcha la maquinaria, de manera acelerada y sin respetar premisas básicas como, por ejemplo, chequear personalmente quienes podrían no tener discapacidad. Muchos se opusieron a método tan poco ético y moral: esos empleados fueron condenados al ostracismo laboral o directamente, despedidos. Los que se quedaron y aceptaron las condiciones, fueron instados a tomar horas extra los fines de semana para dar la mayor cantidad de bajas posibles, y premiados con bonos y felicitaciones públicas.

Las bajas son absolutamente al voleo, de manera online, sin contacto con la persona beneficiaria de esos 290mil pesos, siguiendo una planilla donde figuran por orden alfabético, de la que debían elegir este u otro totalmente al azar. A los empleados les dieron un modelo a seguir con el protocolo, del que incluso podrían saltear partes si las consideraban un escollo en la dada de baja Además implementaron lo que llamaron “marear el expediente”, un recurso que es modificar los datos de una planilla Excel de modo tal que los domicilios se modificaran, para que los telegramas de pedido de presentación en la sede de ANDIS para las auditorías, no llegasen. Cuando lograron una cifra récord, festejaron.

La política de la crueldad: en ANDIS celebraron dar de baja miles de pensiones por discapacidad al azar
Como los colaboradores no tenían ni la menor idea de como hacer ese trabajo de dar de baja pensiones al voleo, les mandaron un instructivo (ver imagen “instructivo” y “pedido de instructivo” “modelo de dictamen para copiar y pegar” y “ejemplo de planilla”) donde se puede ver como les muestran como iniciar un expediente de baja.

La mayoría del personal previamente había estado dedicado a otras tareas, por lo que no tenían idea de nada. El paso a paso de como hacer el trabajo sucio, a distancia y al voleo, se puede ver en estos intercambios en el chat, donde se ve que ni siquiera saben como buscar un expediente

Era tal la premura y el trabajo, en muchos casos como home office, que les sugieren que para acelerar tiempo ni siquiera se logueen en ANDIS sino que entren directamente al GDE con un link directo. (ver imagen “entrar directamente sin loguearse en ANDIS”), por lo que esa dada de baja ni siquiera sería oficial, porque la hizo un particular desde su cuenta particular.

El tiempo les mordía los talones, debían dar de baja 100 mil pensiones en tiempo récord, por lo que ofrecieron bonificaciones y beneficios para quienes trabajasen el fin de semana.

En el apuro no debían reparar en obstáculos. Por ejemplo: Si había errores en la numeración de expedientes, en los reportes de aval de PAMI, si faltaba un dato, no se volvía atrás ni se revisaba, se seguía adelante.

Pero aparece otro problema: En los expedientes aparece que la persona a la que le darán de baja no compareció porque no fue citado a presentarse. ¿Por que? Porque no recibió la carta documento. Pero eso, en el registro de baja, no debe ser mencionado.

¿Por qué no debía figurar ese dato? Porque el método de selección era, precisamente, dar de baja a los que no les había llegado la carta porque el correo no las repartió o no encontró el domicilio, tal como por decreto decidió Sturzenegger.

No hubo otro criterio, quien decidió en el último caso quién perdía una pensión o quien la mantenía, en ese sorteo azaroso, no solo era una caterva de pibes y pibas puestos a trabajar online y contrarreloj eligiendo este si y este no sin ningún fundamento, sino que además debían basarse en esa planilla de entregas.

Pero lo importante era llegar al número, por lo que la coordinadora de los grupos, festejó que le llegaran tantos expedientes.

La cifra de medio millón surge del informe de Guillermo Francos en el Congreso, cuando dijo que medio millón de personas no recibieron la carta documento con la indicación de someterse a los estudios médicos que certifiquen la discapacidad.

Y esto es así por el decreto 843/24 firmado por Federico Sturzenegger en septiembre de 2024, donde dice que no recibir la citación para auditarse en tiempo y forma es causal suficiente para la baja.

Según consta en las metas del presupuesto 2025, el ajuste ya era cosa juzgada: de las 1.266.945 pensiones que estaban vigentes a principios de este año, el Ejecutivo planea entregar en diciembre solo 749.451.

Del casi millón de citaciones, la mitad no respondió o no llegó siquiera a destino. Las cifras oficiales muestran que el proceso de citación presenta dificultades significativas. De las 997.654 citaciones emitidas, 504.802 no fueron entregadas, lo que representa un 50,59 % del total.

El desglose provincial revela disparidades notables: en Chaco, el 79,08 % de las citaciones no llegó a destino, mientras que en Buenos Aires el porcentaje fue del 38,26%. Otras provincias, como Formosa y Misiones, también registraron tasas elevadas de notificaciones fallidas, con 73,91% y 73,57% respectivamente.

A quienes sí les llegó la carta les surgieron otro tipo de problemas: debían viajar cientos de kilómetros para someterse a los estudios médicos requeridos, no encontraban turnos disponibles, no sabían qué documentos entregar o simplemente no entendían las indicaciones.

La empresa responsable de la distribución es Andreani, que firmó un acuerdo con ANDIS por trece mil millones de pesos para el reparto que, se sospecha, ni siquiera se hizo completamente. Plata, evidentemente, hay. Pero no para todos.

Fuente: DATACLAVE

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