El Gobierno retira a la Argentina del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y no se postulará para el próximo período

La administración de Javier Milei ha decidido retirar a la República Argentina de la carrera por un lugar en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, una de las decisiones más emblemáticas y controvertidas de su gestión en política exterior. La noticia, que se conoció oficialmente a través de fuentes cercanas al Ejecutivo, responde a la postura de este gobierno de reducir su presencia en diversas agencias multilaterales que considera innecesarias para los intereses nacionales. Este giro no es una sorpresa total, ya que, según fuentes gubernamentales, la decisión se había tomado meses atrás.

El Consejo de Derechos Humanos es el principal órgano internacional encargado de la protección y promoción de los derechos humanos en el mundo. Está compuesto por 47 Estados miembros, elegidos por la Asamblea General de la ONU. Su función es vigilar y abordar violaciones a los derechos humanos, hacer recomendaciones a los países miembros y desempeñar un rol clave en la diplomacia de derechos humanos a nivel global. Sin embargo, el presidente Milei ha decidido que Argentina no será parte de este cuerpo internacional en el próximo período, lo que marca un cambio significativo en la política exterior de la nación.

Aunque la decisión fue tomada hace varios meses, se filtró a la opinión pública a través de un informe de Amnistía Internacional, que cuestionó la medida. La ONG acusó a la administración argentina de no tener «interés en influir en las políticas y normas internacionales sobre derechos humanos», lo que en su opinión refleja una indiferencia ante las preocupaciones globales sobre derechos humanos, incluida la situación interna de Argentina.

El trasfondo político: ¿Por qué se toma esta decisión?
La política internacional de Milei, basada en la idea de priorizar los intereses nacionales y reducir el involucramiento en organismos internacionales, es un reflejo de su enfoque pragmático y de alineamiento con la visión de una Argentina menos vinculada a los grandes foros de la ONU. Esta postura no es nueva, ya que, en varias ocasiones, el presidente argentino ha expresado críticas hacia la organización internacional.

En su discurso de apertura en la 79° Asamblea General de la ONU en 2023, Milei calificó al organismo de ser un “leviatán de múltiples tentáculos” que imponía una agenda ideológica. Además, expresó que Argentina abandonaría su tradicional “neutralidad” para posicionarse como un defensor de la libertad.

La reacción internacional: ¿Qué piensan otros países?
El retiro de Argentina de la postulación al Consejo de Derechos Humanos no ha pasado desapercibido en la arena internacional. Países como Estados Unidos e Israel, que ya habían adoptado posturas críticas frente a algunas agencias de la ONU, son vistos por analistas como referentes para la decisión argentina. Especialmente en un contexto global marcado por tensiones políticas y militares, como lo demuestra la reciente retirada de EE.UU. del Consejo de Derechos Humanos bajo el gobierno de Donald Trump, que también se produjo tras ser criticado por su manejo de derechos humanos en Gaza.

El caso de Argentina: El nombramiento de jueces y la reacción de la ONU
El Consejo de Derechos Humanos también se ha pronunciado en el pasado sobre cuestiones internas de Argentina, como el nombramiento de jueces de la Corte Suprema mediante decreto presidencial, lo que generó la preocupación de la ONU por las violaciones al principio de separación de poderes. Esta postura fue vista por el gobierno de Milei como una injerencia en las decisiones políticas internas, fortaleciendo aún más la convicción de que Argentina debe distanciarse de la ONU.

Impacto en la política interna: Un paso hacia la autonomía
En un contexto donde las críticas internas hacia el manejo de derechos humanos en Argentina aumentan, la decisión de retirarse del Consejo de Derechos Humanos podría ser vista como un intento por parte de Milei de alejarse de los focos internacionales, priorizando las decisiones nacionales por encima de las recomendaciones externas.

Al no postularse para formar parte del Consejo de Derechos Humanos, el presidente Milei envía un mensaje claro: Argentina debe elegir cómo se involucra en el mundo, y esta decisión refleja su postura de limitar la presencia del país en organismos internacionales que, según su criterio, no aportan valor estratégico a la nación. El tiempo dirá si este enfoque aislacionista tendrá repercusiones en la política exterior de Argentina y su relación con otros actores globales.

Fuente: GLP

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