La primera jornada de septiembre dejó en claro que la política manda en el humor financiero. A pesar del feriado en Wall Street por el “Labor Day”, la City vivió un día intenso, marcado por la suba del dólar y la caída de bonos y acciones.
El mayorista escaló más de 2% y cerró en $1.372, mientras que en el Banco Nación la divisa trepó a $1.385, su mayor valor desde la salida del cepo en abril. El blue también acompañó la tendencia alcista y se ubicó en $1.355. El salto cambiario se produjo aun con tasas de depósitos mayoristas por encima del 66% y pese a que el Banco Central sumó USD 64 millones a sus reservas, que ahora se ubican en USD 40.030 millones.
El índice S&P Merval no logró escapar al clima político y se hundió 2,3% en pesos y 4,8% en dólares, acumulando pérdidas anuales cercanas al 35% en moneda dura. Los bonos en dólares retrocedieron casi 2% y el segmento CER mostró caídas de hasta 1,3%.
El trasfondo electoral explica gran parte de los movimientos. Las denuncias que golpean al Gobierno, la derrota de La Libertad Avanza en Corrientes y la expectativa por las elecciones en la provincia de Buenos Aires encendieron las alarmas. Según analistas, el humor del mercado seguirá atado al resultado bonaerense, antesala de las legislativas de octubre.
De aquí a los comicios, el oficialismo apuesta a contener dólar e inflación, aunque las dudas sobre la consistencia del esquema monetario crecen. “Si no hay un respaldo político claro, la incertidumbre podría prolongarse hasta octubre”, advirtieron en PwC. La City lo sabe: los próximos movimientos dependerán menos de la economía que de las urnas.