FMI le hace un guiño al Gobierno y le da tiempo extra

La misión técnica del Fondo Monetario Internacional (FMI) que estaba prevista para mediados de junio fue reprogramada para julio. Se trata de la primera revisión del nuevo acuerdo por USD 20.000 millones firmado en abril con el Gobierno de Javier Milei. El cambio le otorga tiempo extra a la administración libertaria para alcanzar la exigente meta de acumulación de reservas, sin necesidad de pedir un perdón anticipado (waiver).

La postergación corre la línea de llegada para que el Banco Central alcance el objetivo de Reservas Internacionales Netas (RIN), que debía pasar de un rojo de USD 4.900 millones (a marzo) a solo USD -500 millones. En otras palabras, el Gobierno necesita reunir cerca de USD 4.000 millones antes de la evaluación para evitar incumplimientos.

Según confirmaron fuentes oficiales, la nueva fecha para la revisión será en los primeros días de julio, y no el 13 de junio como estaba previsto inicialmente. El cambio responde, según analistas del mercado, a una estrategia para evitar tensiones cambiarias o una señal negativa por un waiver anticipado, justo cuando el Gobierno intenta mostrar orden macroeconómico y controlar la inflación.

Estrategia: bonos, REPO y dólar quieto
Desde la implementación del régimen de flotación con bandas cambiarias, el BCRA decidió no intervenir en el mercado hasta que el dólar toque el piso de $1.000. Así, busca mantener el tipo de cambio a raya para no recalentar precios. Pero esta estrategia también dificulta la acumulación de divisas.

Mientras tanto, el Gobierno lanzó una colocación del Bonte 2030 que le permitió captar USD 1.000 millones esta semana. Además, avanza en negociaciones por un nuevo REPO con bancos por otros USD 2.000 millones. Según el propio presidente, Javier Milei, esta combinación de instrumentos y el próximo desembolso del FMI acercarán al país al cumplimiento de la meta.

“La meta ya está cumplida”, aseguró Milei en una entrevista con Neura, y agregó que con el tipo de cambio flexible “no es necesario acumular reservas”. El ministro de Economía, Luis Caputo, fue más cauto. Afirmó que si el dólar llega al piso de la banda y se puede comprar, lo harán. Pero aclaró que no forzarán ninguna operación para maquillar los números.

¿Se cumple o se pide perdón?
A pesar del optimismo oficial, el mercado es escéptico. La consultora Adcap sostiene que es poco probable que el BCRA logre cumplir la meta si no interviene, y anticipa que, sin una nueva postergación, el Gobierno debería solicitar un waiver. Por su parte, LCG interpreta la colocación de bonos como una señal política al FMI, más que como una vía real para acumular reservas.

Desde Econoviews también apuntan a la jugada del Tesoro, que emitió un bono en pesos para inversores internacionales. Así consigue dólares frescos sin comprometer la promesa de no intervenir en el mercado. Pero advierten que el número aún no cierra.

Por lo pronto, la gestión libertaria consiguió lo que necesitaba: tiempo. Y en un escenario de metas exigentes, inflación en baja y reservas escasas, ese capital puede valer más que un desembolso inmediato.

Fuente: GLP

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