El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, volvió a quedar en el centro del debate tras justificar la decisión del Gobierno de bajar aranceles a la importación de electrónicos como celulares y televisores. Lo más llamativo no fue solo la medida en sí, sino que reconoció abiertamente que tendrá un alto costo: la pérdida de 60.000 empleos en todo el país, muchos de ellos en Tierra del Fuego.
“La baja de precios beneficia a 47 millones de argentinos, que podrán gastar ese dinero en otras cosas. ¿Cuántos empleos generará ese gasto adicional?”, se preguntó el funcionario en su cuenta de X, apelando a un argumento económico que no tardó en encender la polémica.
Pero eso no fue todo. En una entrevista con el canal de streaming La Casa, Sturzenegger fue más allá y propuso directamente reconvertir el modelo económico fueguino hacia el turismo. Incluso comparó a la provincia con Nueva Zelanda y sugirió instalar “un parque de diversiones mundial”. “Tierra del Fuego debería ser el destino turístico con más potencial del mundo. Es la puerta de entrada a la Antártida, tiene navegación, glaciares, gastronomía, esquí… hasta energía le sobra. Le degradamos el paisaje con galpones industriales”, ironizó.
