Durante la tradicional marcha de los miércoles frente al Congreso, en la que jubilados reclaman mejoras en sus haberes, se registraron nuevos episodios de represión por parte de las fuerzas de seguridad. El padre Francisco “Paco” Olveira, integrante del Grupo de Curas en Opción por los Pobres, fue golpeado en la frente por efectivos de la Prefectura Naval mientras intentaba asistir a una jubilada derribada en el suelo.
La protesta se desarrolló en un contexto de fuerte operativo de seguridad, en medio del debate por la ley de Ficha Limpia en el Senado. El despliegue incluyó vallas, escudos y gas pimienta. Como saldo de la represión, un jubilado fue detenido, una mujer sufrió un hematoma y varios manifestantes y periodistas denunciaron agresiones.
“Yo no soy la noticia. La foto deben ser los jubilados que luchan por justicia social y reciben gas pimienta”, declaró Olveira, quien también criticó la aplicación del protocolo represivo impulsado por la ministra Patricia Bullrich. En declaraciones a C5N y AM750, instó a otros sacerdotes, monjas y obispos a sumarse a las próximas marchas en defensa de los más vulnerables.
El sacerdote denunció el uso desproporcionado de la fuerza y la criminalización de la protesta social. La movilización, que se repite cada miércoles, se consolidó como un símbolo de resistencia al ajuste del gobierno de Javier Milei, que ha recortado fuertemente los ingresos de los jubilados.
El antecedente más grave se dio el pasado 12 de marzo, cuando el fotógrafo Pablo Grillo fue herido de gravedad por una granada lacrimógena y aún continúa recuperándose en el Hospital Ramos Mejía.