UN JUBILADO NECESITA $912.584 para cubrir los gastos de la canasta básica 

El incremento constante de la inflación y la disminución del poder adquisitivo afectan de manera significativa a los grupos más vulnerables de la población argentina, especialmente a los jubilados. Según un estudio de la Defensoría de la Tercera Edad, en octubre, la canasta básica para un adulto mayor llegó a $912.584, mientras que la jubilación mínima se sitúa apenas en $234.540,23, más un bono de $70.000. Esta diferencia pone de manifiesto la crisis que enfrenta este sector.

El análisis, realizado entre abril y octubre, mostró que el costo de vida de los adultos mayores creció un 54,37% durante ese lapso, impulsado por el aumento en los precios de alimentos, medicamentos y gastos de vivienda. El Defensor del Pueblo de la Tercera Edad, Eugenio Semino, denunció que «la situación de precariedad y miseria en la que se hunden los jubilados se agrava cada vez más».

El gasto en alimentos representa el 26% de la canasta básica, con un promedio de $236.873 al mes, seguido por el costo de la vivienda, que absorbe el 22% ($198.000), y los medicamentos, con un 16% ($145.268). Otros gastos esenciales, como limpieza ($101.443) y servicios ($83.000), también aumentan la carga financiera, haciendo que los ingresos actuales no sean suficientes para satisfacer las necesidades básicas.

Composición de la canasta básica de los jubilados:

  • Alimentos: $236.873
  • Limpieza: $101.443
  • Medicamentos: $145.268
  • Vivienda: $198.000
  • Transporte: $55.000
  • Vestimenta: $35.000
  • Recreación: $58.000
  • Servicios: $83.000
  • Total: $912.584

Semino criticó con dureza las medidas implementadas por el Gobierno, como los bonos extraordinarios para jubilados, afirmando que son «parches que resaltan el agujero que quieren ocultar». Según el defensor, «estos bonos no solo son inútiles, sino también contraproducentes», ya que no abordan el problema estructural de los bajos ingresos.

«Los jubilados no solo siguen estando mal, sino que están cada vez peor», advirtió Semino. «No hay perspectivas de que la situación mejore en el corto plazo. Son siete millones de jubilados y jubiladas, y el Estado los está hundiendo en la pobreza». Semino concluyó su declaración afirmando que «la deuda sigue siendo con ellos».

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