Trenes Argentinos Operaciones (SOFSE) dio de baja la licitación para el mejoramiento de vías entre Ayacucho y Tandil de la línea Roca, según lo informado a los proveedores en la plataforma de contrataciones de la empresa –no hubo anuncio oficial–. La misma había sido lanzada por la gestión anterior y buscaba recuperar el servicio ferroviario de pasajeros hacia la ciudad de Tandil, suspendido desde el cierre de Ferrobaires en 2016. Con esta novedad y con la premisa del actual gobierno de no poner un peso para la obra pública, el servicio por ahora queda solo en un sueño.
Los trabajos habían sido licitados en enero de 2023 y cinco empresas estaban interesadas en la licitación: Norvial, Pose, Induvía, Edimat y Smith Molina. Las intervenciones a realizar comprendían el reemplazo de durmientes y fijaciones, el despunte y corrimiento de los rieles, la inversión de posición de los mismos, la realización de soldaduras para la eliminación de cupones de vía y la adecuación de aparatos de vía, obras de arte y pasos a nivel.
Esta obra se complementaba con los trabajos ya realizados entre Maipú y Ayacucho durante 2022, que incluyeron intervenciones sobre la vía, pasos a nivel y sobre el terraplén. Con los dos tramos intervenidos, se aspiraba a correr nuevamente el servicio de pasajeros, con un esquema de combinación con cochemotores similar al servicio entre General Guido y Divisadero de Pinamar.
Dicha modalidad fue cuestionada en varias oportunidades dado que obliga a dejar asientos vacíos en los trenes entre Constitución y Mar del Plata para poder atender la demanda de pasajeros aborden o desciendan en las estaciones de combinación, con lo que se compromete aún más la ya reducida disponibilidad de plazas en las formaciones que conectan la Ciudad de Buenos Aires con Mar del Plata.
Cabe recordar que la extinta empresa ferroviaria provincial Ferrobaires corría trenes directos desde Plaza Constitución tanto a Pinamar como a Tandil. En el caso de Pinamar, al llegar a General Guido se desacoplaban los últimos coches del tren y estos eran remolcados con una locomotora auxiliar hasta Divisadero de Pinamar mientras el resto de la formación continuaba viaje a Mar del Plata. En lo que a Tandil respecta, la localidad mantuvo sus servicios directos en funcionamiento hasta el último día de operaciones de Ferrobaires en 2016.
El abandono del proceso de licitación implica que las obras para reacondicionar las vías, indispensables para recuperar el tráfico de pasajeros entre Buenos Aires y Tandil, no serán realizadas. El Gobierno tampoco comunicó motivos, reprogramación del proyecto ni ningún plan alternativo.
La baja de la licitación se da en un contexto de parálisis general de la obra pública que implicó el freno de todos los trabajos que se estaban realizando en el sistema ferroviario, incluidos los proyectos con financiamiento internacional. Las nuevas autoridades carecen de un plan ferroviario y el enfoque únicamente está puesto en la disminución del gasto. El abandono del servicio Plaza Constitución – Tandil, que nunca llegó a ser recuperado, sirve acaso como doble metáfora de las falencias de la gestión anterior y del desinterés del actual gobierno por el servicio público ferroviario.