El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, volvió a insistir en torno a las inequidades del sistema de coparticipación federal, que perjudica a los bonaerenses y al que tildó de «inviable».
El mandatario provincial utilizó la red social X -ex Twitter- para reiterar un planteo que a su turno han hecho todos los gobernadores -incluso él mismo- y que pone bajo la lupa el problema que significa que Buenos Aires reciba 22 puntos de fondos federales cuando tiene casi el 40 por ciento de la población y aporta el 40 por ciento de esos mismos recursos.
Esta situación es especialmente grave cuando no existen, por fuera de los envíos automáticos, fondos para obras y programas de parte del gobierno nacional.
La coparticipación en la mira
«La provincia de Buenos Aires no es inviable, como muchas veces han intentado instalar en estos años. Lo que resulta inviable es este sistema arbitrario de coparticipación de impuestos», escribió Kicillof, difundiendo un artículo de su ministro de Hacienda en ese sentido.
«Las provincias necesitan de un Estado Nacional que reconozca los acuerdos federales y las normas vigentes. Pero sobre todo que las cumpla», continuó antes de lanzar un tiro por elevación contra el gobierno de Javier Milei: «ajustar a las provincias no es atacar a ‘la casta’, es fundir a los argentinos».
El sentido de ese mensaje está estrechamente relacionado a la declaración que se filtró y que se atribuyó al Presidente en medio del debate legislativo por la Ley Ómnibus. «Los voy a fundir», habría dicho Milei refiriéndose a los gobernadores, que no movían sus influencias para torcer el voto de los diputados y pedían más fondos coparticipables.
«La actual ley de coparticipación, una de las principales asignaturas pendientes de nuestro federalismo», remató Kicillof.
Un ¿inesperado? apoyo radical al planteo de Axel Kicillof
El planteo en torno a la coparticipación, así como el pedido para que Buenos Aires sea considerada una provincia petrolera, ya que en su territorio se refina el 85 por ciento de los combustibles que produce el país, encontró un inesperado aliado esta semana.
El diputado radical Pablo Juliano, aliado a Facundo Manes, pidió que la dirigencia bonaerense esté a la altura de esos reclamos y construya una agenda común más allá de las banderas partidarias.
Juliano se refirió al «desafío» que significa para todo el ecosistema político bonaerense -intendentes, legisladores provinciales, gobernador y legisladores nacionales- «consensuar una agenda» bonaerense.
En esos térmios planteó el crónico dilema de la coparticipación -«nosotros ponemos 38 pesos y recibimos 22»- y dejó una pregunta inquietante: «¿El gobierno va a discriminar a los bonaernses porque gobierna Kicillof?».