Un temporal de agua frenético abrió más interrogantes en la ciudad del bicentenario

Lo que para algunos ciudadanos es considerado un cierre de 2023 normal, sin situaciones alarmantes, quizás pensando en ver que onda las vacaciones con los ajustes económicos recientemente anunciados, para numerosos vecinos de Tandil, las intensas lluvias de diciembre han generaron caos en las familias. Sufren cada milímetro de más que cae desde arriba, viendo como el agua sube por las veredas y entra en las casas desde abajo, con la corriente del «Niño» (ninguneada), acorralándonos desde el cielo. Este fenómeno climático estaba anunciado, como también lo está el nulo poder de planificación municipal, que ya comunicó que no tiene dinero para obras, y así evitar o por lo menos prevenir situaciones desagradables en un momento histórico delicado.

Durante el 2023 vimos cables prendidos fuegos, múltiples anegamientos, evacuaciones en alza, árboles caídos y muchos reclamos vecinales que solo piden que el agua sea controlada o por lo menos intentarlo. Todavía esa voz no termina de prender en la empatía de los funcionarios, que continúan sin poder desarrollar y diseñar una infraestructura acorde a los tiempos que corren; y que también continua con autorizaciones indebidas de construcciones que acentúan la transformación y la ocupación del valle interserrano, sin reconocer los enormes problemas que generan, no sólo al barrio, sino a la ciudad en su conjunto.

Un temporal rápido, frenético, que generó desastres en las ciudades vecinas, azotó Tandil durante la noche del martes, dejando bajo el agua a parte de la zona Norte de la ciudad, Villa Aguirre, Procrear, Garbellini, El Tropezón, Arco Iris. Las complicaciones más graves estuvieron en el Barrio de La Movediza. El fenómeno natural «El Niño», cuyo efecto de calentamiento junto con el del cambio climático podría elevar las temperaturas a límites aún desconocidos, apareció durante este 12 de diciembre con 38 mm de lluvia en solo 16 minutos, consolidando los más de 150mm caídos en apenas 13 días del último mes de 2023. Si bien el dato duro es contundente de acuerdo al abundante agua caída, también deberíamos preguntarnos: ¿Cuántas lluvias más se necesitan para que el reclamo ciudadano tenga efecto y se planifique un plan de contingencia ante la caída de 38 mm de agua?.

De acuerdo a un parte emitido por la Dirección de Defensa Civil a las 23:10 del martes, hubo dos menores y tres mayores evacuados a Cruz Roja. Bomberos y la Cruz Roja trabajaron hasta largas horas, al igual que las áreas Municipales involucradas en el fenómeno meteorológico que registró cerca de veinte llamados por asistencia en domicilios.

En marzo de este año, la Asamblea de Preservación de las Sierras, disparó en un comunicado que, «quedó claro que una lluvia intensa implica problemas en numerosos puntos de la ciudad. Las quejas de los vecinos se multiplican y aparecen argumentos como el estado de las calles, la calidad de algunas obras, el grado de mantenimiento de los desagües, etc. También se menciona el grado de intensidad extraordinario de las lluvias. Sin quitarle importancia a estos argumentos ni al cambio climático, cabe preguntar también ¿Qué es lo que está cambiando en la ciudad que hace que cada vez se produzcan más anegamientos?

Foto: Archivo

Redaccion

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