Tres de cada diez argentinos no concurrieron a emitir su voto el pasado 13 de agosto en las PASO 2023. Se pueden desprender varios argumentos para no ir votar, entre los que se destacan el hastío, el enojo o incluso la apatía hacia la política misma, lo cierto es que para las generales del 22 de octubre, las principales fuerzas políticas buscaran convencer y persuadir a casi 10,5 millones de votantes. Este amplio universo de personas es el objetivo de las tres principales fuerzas y hacia quiénes direccionarán, a partir de ahora, sus estrategias electorales.
El 69,6% que sí participó del acto electoral dejó plasmado un escenario de tres tercios y una virtual paridad, en el que la captación de ese ciudadano que no fue a la urnas en las PASO será clave de cara a las generales de octubre y un eventual balotaje.
En las PASO 2019, la participación había sido del 76,4% y subió al 80,4% en las generales. Al mismo tiempo, el voto en blanco pasó de 3,4% al 1,6%. Si se repitiera esa tendencia, se sumarían 1,2 millones de votantes en las elecciones del 22 de octubre, una cifra que será definitoria por la cercanía en el volumen de votos obtenidos por cada una de las tres fuerzas que se disputarán la presidencia.
Contexto electoral
Javier Milei dio el batacazo con La Libertad Avanza (LLA) al quedar en el primer lugar del podio con 7,1 millones de votos, el 30% de los que participaron del proceso electoral. Pero Juntos por el Cambio (JxC) se ubicó segundo con 6,7 millones, a solo 418.323 votos del líder libertario. Fueron menos de dos puntos de diferencia ya que la principal alianza opositora sumó 28,3%, producto del 17% que cosechó Patricia Bullrich (4 millones de votos) y el 11,3% de Horacio Rodríguez Larreta (2,6 millones). Y en tercer lugar, pero muy cerca, quedó Unión por la Patria (UxP) con 6,4 millones de votos, o sea, 237.340 votos menos que JxC y 655.663 menos que Milei. Sacó 27,3% de los sufragios válidos que se contabilizan en las PASO (los positivos más voto en blanco), porcentaje al que Sergio Massa aportó el 21,4% y Juan Grabois, el 5,9%.
En cantidad de electores absolutos que no fueron a las urnas y serán los que deberán convencer los candidatos presidenciales para la primera vuelta se ubica Buenos Aires al tope por su volumen de población: 3.774.147 bonaerenses se quedaron en sus casas, el 29,8% del padrón del distrito.
El alto ausentismo es alentado, indirectamente, por la baja penalidad prevista en la ley. Si no se justifica el motivo del ausentismo en los 60 días posteriores al comicio, la multa la primera vez es de $50 pesos, y puede ascender hasta los $500 si el incumplimiento es reiterado. Si no se paga la multa, los incumplidores no podrán hacer ciertos trámites en oficinas públicas, como sacar el pasaporte o gestionar la licencia de conducir durante un año. Pero en la práctica, según fuentes judiciales, no siempre se aplica. De hecho, la Cámara Nacional Electoral, días antes de las PASO, emitió un comunicado recordando que el voto es obligatorio y un deber cívico. Deben votar todos los ciudadanos mayores de 16 años, con la salvedad que los que tienen 16 o 17, o son mayores de 70, no tienen penalidad si no concurren.
