El gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, encabezó esta mañana el inicio de la segunda jornada del Congreso Productivo Bonaerense, en donde reivindicó el trabajo realizado en el marco de la pandemia como ejemplo de que el territorio «puede reaccionar a la adversidad», puso el foco en la planificación para la producción y pidió un rol central de la militancia. En materia económica invitó a una reflexión que se impone en estos tiempos: «¿Cuándo van a entender que la mejor herramienta que tenemos para que crezca la economía son los buenos salarios?».
En esa línea, adelantó cuál será su exposición en el encuentro con los gobernadores de la liga peronista y señaló que allí «vamos a hablar de federalismo y voy a ir a reafirmar que la Provincia no es un país, obviamente no es comprable con la Argentina, pero voy a decir que la Provincia es enteramente federal y tiene en cuenta a todos los distritos, que trabaja para los 135 municipios».
Destacó poder «coronar esta etapa de la gestión» con el encuentro productivo luego de estar «más plagada de imprevistos y más compleja no se podría haber imaginado, una gestión que atravesó dos años de la calamidad sanitaria más grande de la humanidad».
«Atravesamos un hito histórico sin precedente que nos llevó dos años de trabajo que nadie esperaba tener que hacer como lidiar con la enfermedad, la muerte, el miedo. Se interrumpió la vida dos años y lo atravesamos, quiero agradecer a los intendentes del oficialismo y de la oposición», planteó.
Luego recordó que «es público y notorio que a nivel nacional hubo complicaciones en la coordinación, hubo quienes judicialmente se rebelaron ante las decisiones sanitarias, incluso lo hicieron con el acompañamiento de la Corte Suprema de la Nación, lo peor que nos podía pasar era descoordinarnos, buscar algún rédito político».
«Además de lo que nos toca hacer, además de lo que se espera, hay que poner algo más y ver en qué se puede colaborar. Aquellos que creen que no se puede sacar adelante esta Provincia, lo dicen de una visión individualista, hay que trabajar para el otro, mirar un poco más lejos y a eso lo llamo ‘militancia’, que es central en lo que tenemos que hacer», planteó Kicillof.
Luego, postuló que «hay que reconocer los problemas, ponerlos arriba de la mesa y acto seguido debatirlos; y ese proceso no es algo que se pueda hacer desde una oficina en La Plata, los graves problemas estructurales no se van a resolver de forma técnica y aislada, los problemas hay que resolverlos con participación de los protagonistas, de los empresarios y los trabajadores».
En ese plano, avanzó en la discusión sobre el rol del Estado y, tras cuestionar medidas de la gestión anterior como el endeudamiento, se refirió a la cercanía de las elecciones y señaló que «se está viendo de manera más transparente que hay dos modelos distintos» y luego pidió «que se dejen de joder, porque la cuestión industrial también es política».
«Este año vamos a tener que dar esa discusión, algunos hablan de semi dinamitar o dinamitarlo todo. Hay una discusión profunda sobre el país y la provincia que queremos», sentenció.
