A 30 años de los 100 tornados: el día que la naturaleza mostró su furia y Tandil la sufrió en carne propia

Se cumplen treinta años del día de los 100 tornados, que arrasó varias localidades del interior bonaerense. Aquel fatídico martes 13 de abril de 1993 la furia de la naturaleza se sintió en carne propia en Tandil y otras localidades del interior bonaerense. Su paso fue arrollador con voladuras de techos, tanques, árboles y una ciudadanía que entró en pánico durante 24 horas. Fue la demostración de un hecho poco conocido, que no muchos países del mundo sufren, la última gran tormenta, que dejó la solidaridad social como bandera.

Los vientos de los tornados bonaerenses llegaron a los 266 kilómetros por hora y causaron seis muertes. Hubo sesenta heridos, novecientos evacuados y casi cuatro millones de personas se quedaron sin luz. El fenómeno consistió en cinco tormentas muy grandes que se concatenaron cubriendo un frente de cien kilómetros que cruzó la provincia. Cada tormenta iba produciendo tornados de categorías F1 a F3 en la escala Fujita. El recorrido fue de quinientos kilómetros, que quedaron marcados por cinco líneas paralelas de destrucción muy fáciles de seguir.

En Tandil los destrozos fueron de gran magnitud. En el Campus Universitario el daño fue superior al 70% de la infraestructura, sobre todo en el edificio de la Facultad de Ciencias Veterinarias. El techo de la por entonces embotelladora Mocoretá, sobre avenida Rivadavia, quedó serieamente dañado, el frigorífico Mirasur sufrió también destrozos importantes y gran parte de la barriada de Villa Aguirre tuvo muchos inconvenientes en sus hogares. Además los árboles de gran cantidad de paseos y plazas fueron derribados, generando un caos que nunca más se repitió.

Los tornados derribaron 56 torres de alta tensión, lo que significó que la quinta parte de la electricidad generada en el país dejó de circular. Hubo que organizar cortes rotativos de corriente de tres horas hasta en las zonas que no fueron directamente afectadas, durante un mes. A esto se sumó la caída de cientos o miles de postes de luz locales, que hubo que reparar. Las localidades más afectadas fueron Henderson, Pehuajó, Bolívar, Urdampilleta, Olavarría, Azul, Tandil, Mar del Plata, Sierra de los Padres y Necochea

En esas localidades volaron árboles arrancados de raíz, toldos y todo tipo de cartelería. Muchas casas y galpones se quedaron sin techo, el viento arrastró autos por varias cuadras y volcó micros en la ruta. Las vidrieras de la peatonal de Mar del Plata estallaron por el viento y un chico de 16 años murió cuando le cayó un poste encima del auto en el que estaba.

El extraño fenómeno, que no se repitió, ocurrió en el llamado Pasillo de los Tornados, cuya porción argentina incluye Cuyo, la región pampeana y todo el NEA. Desde 1930, el Registro de Tormentas Severas lleva contabilizados 653 tornados.

Redaccion

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