Contundente denuncia: tomó camino judicial la ilusión rota de cientos de tandilenses, estafados con entradas truchas en la fiesta del Campeón del Mundo

El partido entre Argentina y Panamá del último jueves 23 de marzo, quedará en la historia de la ciudad, como la experiencia más amarga vivida en situación de cancha para más de 200 tandilenses, que fueron estafados mediante el viejo artilugio de la venta de entradas apócrifas. A raíz de la situación vivida, damnificados ya presentaron denuncias penales, aportando pruebas suficientes para que la Justicia se haga cargo de la situación, que tiene a Marcos Carrillo como principal apuntado por ofrecer y vender los tickets, que en la puerta del Monumental, destrozó las ilusiones de niños y adultos de ver al equipo campeón del mundo.

Una de las primeras denuncias, que recayó en la Fiscalía Nro. 8, a cargo del Dr. Gustavo Morey, indica que: «Como surge de la profusa prueba que se acompaña en esta denuncia y la que se aportará a lo largo de la investigación, en las conversaciones de Whatsapp mantenidas en los grupos donde daba información a los compradores (hoy víctimas), Carrillo de manera dolosa y clara, expresaba que las entradas que él vendía eran personalizadas (con el nombre y DNI de cada comprador). En uno de los audios que se aportan con la presente denuncia, Carrillo expresa al grupo de Whatsapp conformado por los interesados en adquirir las entradas: ‘Se consiguieron las entradas, son personalizadas, son con un QR, con nombre y apellido y documento. Créanme que es lo más seguro que va a haber porque sé de donde vienen, de donde salieron», comienza el escrito.

El engaño fue total y la angustia se metió de lleno en la cabeza de padres y madres, que con mucho esfuerzo económico, habían podido regalarles a sus hijos la posibilidad de ver a los ídolos campeones del mundo, desde cerquita en la casa de River Plate. Desde temprano, en la transmisión del partido ya se pudo observar por los medios de comunicación nacionales, como la Policia apartaba gente en los primeros puestos de control. El arte de la reventa de tickets, que no es nada nuevo para el mundo deportivo, una vez más dejaba un tendal en las calles, con el corazón destrozado y la impotencia a flor de piel.

De acuerdo a la denuncia presentada por Pablo Lamoure, «Carrillo mediante ardid afirmaba vender entradas personalizadas y legítimas, cuando en realidad las mismas eran apócrifas. Las entradas recién fueron entregadas por Carrillo el día 23 de marzo, en la terminal de ómnibus de la ciudad de Tandil, momentos antes de que cada uno de los compradores subiera a los micros que el denunciado había contratado para el traslado». reza el escrito.

«Los delitos acriminados se consumaron en la ciudad de Tandil, pues los pagos exigidos por Carrillo (que se efectuaron en efectivo, de manera personal en el domicilio de Carrillo y/o mediante transferencias bancarias a cuentas de su titularidad) debieron ser realizados en su totalidad para que él entregase las entradas. En todos los casos los desplazamientos patrimoniales obtenidos mediante las conductas defraudatorias realizadas por Carrillo fueron consumados en la ciudad de Tandil y en forma previa al viaje a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En total, por cada entrada y el traslado, Carrillo cobraba la suma de pesos setenta mil ($70.000)», continúa la denuncia, que ya está en poder de la Justicia.

Lamoure, quien viajó junto a su mujer y su hijo, explicó que, «Al conversar entre los damnificados, nos dimos cuentas que muchas entradas tenían el mismo número de serie por lo que para el vendedor era muy fácil de advertir que las mismas eran mellizas. Además, ninguna de las entradas -que él recién entrego segundos antes de subir al colectivo- se encontraba personalizada como él decía al momento de venderlas. Ninguna poseía datos de los compradores, al escanear los códigos QR contenidos en las mismas salían números aleatorios, pero nada que tuviera que ver con el evento que supuestamente se había adquirido», concluye la demanda, que comenzará su trámite judicial este lunes, tras el feriado del viernes.

El primer control en las inmediaciones del Estadio de River Plate fue el momento negro para todos los danmificados. Con la leyenda de «Inexistente», el scanner rechazaba los tickets uno a uno y las ilusiones se iban cayendo. La denuncia pone a Carrillo no solo en figura de estafador, sino que también en abandono de personas. «En ningún momento él dijo dónde estaba, jamás apareció. Incluso lo llamábamos porque la empresa de colectivos era contratada por el y no podíamos volver. Carrillo reenvió el número de los choferes y se desentendió. Por suerte, los choferes tuvieron buena predisposición, y nos fueron a buscar alrededor de las 21 horas. Nosotros tuvimos que encargarnos de revisar que no dejáramos a nadie afuera», repasó Lamoure.

La fiesta popular de los campeones del mundo tuvo un sabor amargo para muchos tandilenses, que se sumergieron en primera persona, en la sensación de estafa por uno de los mercados negros más conocidos por los amantes del fútbol. Una fila virtual de más de 1.5 millones de personas para ocupar poco más de 80 mil lugares en el Mas Monumental, parecía a priori un dato fundamental para dudar de la procedencia de entradas vendidas, sin pasar por ventanilla, en la ciudad de Tandil. Las ilusiones de ver a Messi, Di María y el «dibu» Martínez bien de cerca, se cayeron como un castillo de naipes. Las barajas y la responsabilidad de lo sucedido, tienen hoy un solo nombre propio en la comarca serrana.

Redaccion

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