Por motivos de seguridad, la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, anunció que vetó el uso de la aplicación de videos TikTok en los teléfonos de su personal y en sus dispositivos oficiales. La decisión fue cuestionada por la firma china ByteDance, la empresa matriz de TikTok.
La Comisión Europea ha pedido a los trabajadores de la institución que desinstalen TikTok de sus teléfonos móviles oficiales, alegando motivos de «seguridad».
«Desde el principio del mandato, la Comisión Europea ha tenido un fuerte interés en la ciberseguridad y en este ámbito se ha tomado hoy una decisión» para «preservar la institución», ha sostenido el comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, sin dar más detalles.
El Gobierno de Estados Unidos tomó una decisión similar hace unos meses cuando prohibió el uso de la aplicación en los dispositivos oficiales gubernamentales y federales. El motvio fue el mismo que ha dado la Comisión Europea, alegaban riesgos sobre la seguridad de los datos.
Una medida que han adoptado también varios estados, entre ellos Texas, Alabama o Tennessee, así como otras instituciones como la Universidad de Florida.
TikTok levanta sospechas
Bruselas lleva tiempo poniendo su foco de atención sobre TikTok y el resto de grandes tecnológicos, y en este contexto, en enero se reunió con el consejero delegado de la empresa china, Shou Zi Chew, a la que amenazó con prohibir su uso en la Unión Europea si no evita que los menores tengan acceso a videos potencialmente mortales» y si no impide que los datos de los usuarios se cedan a terceros países.
Tras esta reunión, la vicepresidenta de la Comisión Europea, Věra Jourová, aseguraba que la red social todavía tiene mucho que hacer para ganarse la confianza de las instituciones europeas.
«Cuento con que TikTok cumplirá plenamente sus compromisos de hacer un esfuerzo adicional para respetar la legislación de la Unión Europea y recuperar la confianza de los reguladores europeos», afirmaba.
Occidente mira con preocupación el uso de esta aplicación. La revista Forbes publicó una investigación periodística en la que sostenía que los trabajadores en la sede de Pekín de ByteDance, empresa matriz de TikTok, podían tener acceso a los datos de los usuarios europeos.
Tras esta revelación, la empresa confirmó que sus empleados chinos tenían acceso a estos datos.