Lula da Silva juró como Presidente de Brasil y hay expectativas por el renacer de las relaciones comerciales con Argentina

Luiz Inácio Lula da Silva, de 77 años, asumió hoy la Presidencia de Brasil para un mandato de cuatro años, al jurar en el Congreso Nacional, acompañado por una multitud de 300.000 personas en la Explanada de los Ministerios, en la capital Brasilia.

El Presidente brasileño asumió su tercer mandato luego de haber gobernado el país entre 2003 y 2010 y luego de haber estado 580 días preso en forma ilegal por parte de la Operación Lavajato, razón por la cual estuvo inhabilitado de participar en los comicios de 2018 vencidos por el saliente presidente, Jair Bolsonaro, quien abandonó el país el viernes al viajar a Estados Unidos.

El flamante presidente de Brasil aseguró que se termina “el proceso de destrucción nacional” dejado por su antecesor Jair Bolsonaro, durante el discurso de asunción en el cargo ante el Congreso.

Lula prometió hacer un Gobierno de “reconstrucción” nacional y denunció el vaciamiento de las políticas públicas provocado durante la gestión del ultraderechista Bolsonaro.

El mandatario dijo que pretende “construir la democracia” de su país “sobre bases sólidas”

En este sentido anunció que se va a reunir con todos los gobernadores de los Estados brasileños “para definir prioridades”, “estructurar un nuevo pacto para generar empleos” y “buscar recursos” para financiar estos cambios.

Fustigó en varios tramos de su discurso al gobierno “negacionista” y “oscurantista” que ejerció hasta hoy el ultraderechista Jair Bolsonaro.

“Dije que la misión de mi vida sería cumplida cuando cada brasileño y brasileña pudieran comer tres comidas al día. Tener que repetir este compromiso hoy es el síntoma más grave de la devastación que ha impuesto al país en los últimos años”, se lamentó.

El presidente de Brasil anunció que su Gobierno reforzará su política exterior basada en la integración latinoamericana en el Mercosur, la Unasur y el grupo Brics, además de mantener un diálogo “activo y altivo” con Estados Unidos, China y la Unión Europea (UE).

“Debemos romper el aislamiento al que fue sometido al país. Debemos ser dueños de nuestro destino”, aseguró Lula, quien además prometió activar la banca pública para reforzar el mercado interno de consumo y utilizar el Presupuesto para una nueva era de industrialización de la mayor economía de América Latina.

Da Silva llegó al Congreso brasileño unos 20 minutos antes para la ceremonia de asunción para convertirse en Presidente de Brasil por tercera vez, tras haber sido recibido con honores militares por los titulares de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, y del Senado, Rodrigo Pacheco.

En la ceremonia estuvieron presentes autoridades locales y visitantes extranjeros, entre ellos la expresidenta Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), destituida en 2016 por el Congreso.

La ceremonia comenzó pasadas las 14:30, cuando el todavía presidente electo subió frente a la Catedral Metropolitana en un Rolls Royce descapotable de la Presidencia de la República que lo llevaría hasta el Congreso, donde prestó juramento, en un recorrido de 1.400 metros.

Lula subió al auto acompañado por su esposa, Rosángela da Silva, Janja. Pero antes de iniciar la marcha pidió que el vicepresidente Geraldo Alckmin y su esposa, Lu Alchkmin, se subieran al vehículo descapotable, cuyo uso estuvo en dudas hasta horas antes de esta ceremonia de asunción por razones de seguridad.

El gesto de Lula da Silva para su compañero de fórmula fue una muestra de la intención del mandatario de dar cumplimiento al acuerdo que forjó con Alckmin, un político de centro derecha, cuando le dijo que su función no sería la de un vicepresidente, sino que ambos presidirían juntos el país.

Un renacer en la relación comercial con Argentina

El exgobernador bonaerense Daniel Scioli, compartió un breve almuerzo con el presidente Alberto Fernández, quien llegó a Brasilia hacia el mediodía del domingo, antes de partir rumbo al acto de traspaso de mando y coincidieron en la nueva era que comienza con el gigante de Sudamérica.

«Este momento histórico significa el renacer de la relación entre Argentina y Brasil, con el impacto positivo que se va a ver reflejado en el aumento del comercio bilateral, en el acuerdo de integración financiera, energético y a partir de la afinidad personal que tiene Lula con Alberto», definió Scioli, único embajador invitado a participar de la actividad oficial, en diálogo exclusivo con C5N.

Este lunes, primer día de trabajo del nuevo presidente, se realizará una reunión bilateral. El embajador destacó la importancia de «avanzar en este acuerdo de integración», que probablemente se formalice con la visita de Lula oficialmente a nuestro país hacia el 23 de enero. «Pero para llegar a eso hay que trabajar día a día», aseguró.

Scioli adelantó un futuro venturoso para el vínculo entre ambos países. «A partir de lo que fue mi experiencia en mi primera etapa como embajador aquí, estoy convencido de que esto nos va a dar un gran envión. Brasil necesita el gas que Argentina tiene, quiere incrementar el intercambio comercial con Argentina y su sistema de pago en moneda local a 180 días la compensación va a descomprimir las reservas», afirmó.

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