Las piletas inauguradas que nadie puede usar: ¿Qué pasa con la obra de más de 50 millones del CEF 42?

Las piletas climatizadas del CEF N°42, que el gobierno de Miguel Lunghi inauguró al filo de la veda electoral del año 2021, siguen hundidas en sus propios problemas estructurales. La pintura nuevamente aplicada y que mano tras mano se sigue levantando, la temperatura de las calderas que no llegan a calentar el ambiente y los más de 600 alumnos que se inscribieron, algunos para nadar por primera vez en agua templada, todavía aguardan que el corte de cintas de hace un año se consolide con las actividades anunciadas con bombos y platillos.

¿Qué área del Gobierno de Lunghi monitorea la obra? El estado del complejo y la realidad de la obra deja expuesto la falta de seguimiento municipal en esta inversión. En mayo de este 2022, desde el informe técnico quedó expuesta la deficiencia del Gobierno Municipal. En ese momento desde el ejecutivo local expresaron que en el transcurso de un mes se iban a finalizar las obras. Las piletas hoy tienen agua pero nadie las puede usar. Los tandilenses, que celebraron en octubre de 2021 junto con el Intendente Lunghi y todo su gabinete la inauguración apresurada del natatorio, por ahora cultivan la paciencia. Se espera, que de una vez por todas, se ejecuten de buena manera los millones del Fondo de Financiamiento Educativo, para poder ver finalizada una de las obras más lentas y con más cartel de la actual gestión.

Haciendo más historia sobre el natatorio que hoy no tiene actividad alguna, la obra costó cerca de 50 millones de pesos y su ¿finalización? se dio años después de lo planificado. En el medio una licitación fallida, millones de adelanto que hoy están en juicio contra la empresa que ganó la licitación en 2017, donde el valor de obra era cinco veces menor de lo que se terminó pagando con el Fondo de Financiamiento Educativo.

En 2017 la empresa constructora Zya S.A le pidió un adelanto de cobro al Intendente para realizar los primeros pasos de una obra imponente y necesaria para la ciudad. Se trata de una pileta pública climatizada semi olímpica, un derecho para todos aquellos vecinos y vecinas que no tienen la posibilidad de hacer deportes y recuperaciones físicas en el agua sin tener que pagar una fortuna en los natatorios privados. Zya S.A cobró pero no movió un pelo para la construcción. Lunghi rescindió ese contrato, firmó otro con otra empresa (Astori) en 2019, pero los 3 millones de pesos ya se habían pagado. Cualquier similitud con el dinero de la obra de las cloacas de Vela en 2015 corren por orden del lector.

Las obras fueron realizadas a través de los fondos del Fondo de Financiamiento Educativo. Otro párrafo de aclaración: desde 2013 hasta 2018 en Tandil ese Fondo estuvo sistemáticamente subejecutado en más del 50% y depositado en plazo fijo. Una jugada que utilizó el ejecutivo local, desviando los intereses generados hacia rentas generales, profundizando de esa manera la depreciación de esos fondos frente al proceso inflacionario.

Se cumplió un año calendario de aquella inauguración, donde muchos ya sabían que era un acto apresurado por parte del intendente local. El predio hoy está cerrado, con el Consejo Escolar y la Cooperativa Falucho, intentando solucionar los problemas que persisten y por el momento no se resuelven. Hay dos posiciones encontradas en la situación, aquellos que piden que las piletas se usen durante el verano que se acerca y de la otra vereda los que piden paciencia, porque de iniciar con las clases y dar el final de obra, las garantías y los reclamos ante posibles problemas, no podrán tener efecto alguno.

Redaccion

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