La solidaridad y la empatía volvieron a bailar juntas de la mano en la ciudad, para colaborar con la familia de Isidro Gastaldi Aladro, el pequeño guerrero tandilense que, hace 37 días, recibió el ansiado trasplante de corazón. Las amigas de la familia organizaron el evento, donde más de 300 personas bailaron al ritmo propuesto por más de 15 instructores de zumba, en el salón de Unión y Progreso. “Desde que todo comenzó intentamos sacarles una preocupación a Laura y Sebastián. Un apoyo para que se ocupen sólo de Isi. Esto se gestó antes del trasplante, por lo que también lo vivimos con una verdadera fiesta”, indicaron las organizadoras.
La sociedad de Tandil una vez más mostrando su costado solidario, comprando la entrada que, de manera simbólica y de ayuda económica, sirvió para colaborar con todos los gastos que Sebastián y Laura afrontan desde hace ya nueve meses. Isidro siguió feliz todo el baile a través de una videollamada, donde pudo ver como cientos de mujeres hacían las coreografías de un grupo de instructores con la mejor de las energías. “Hace un mes que comenzamos con este evento, anteriormente también organizamos un torneo de footgolf, de hockey, entre otros, siempre estamos en constante ayuda. Tandil tiene una comunidad solidaria, una sociedad donante”, señaló Tatiana Marcovecchio, amiga de Laura Aladro, desde hace ya más de dos décadas.
«Esto nos movió emocionalmente a todas, como grupo unido que somos, estuvimos pendientes toda la noche del trasplante, muchas sin poder dormir, otras enterándonos en la mañana que todo había salido bien. Ni bien pudimos, nos organizamos entre todas, que somos 15, alquilamos una combi para ir a Buenos Aires y estar allá con Laura, que pensó que íbamos sólo tres y cuando nos vio a todas, se desvaneció pero ahí estuvimos para seguir sosteniéndola y llorando juntas de emoción. Lo que ellos están viviendo es muy intenso, y por eso es necesario para todo el grupo estar pendientes y cargando energías entre todas para asimilar lo que sucedió”, expresó Marcovecchio.
La vida postrasplante es algo nuevo y desconocido para muchos, como así también el seguimiento del tratamiento, que consiste en biopsias, muchos estudios, análisis, signos y síntomas de alerta. Se viven emociones encontradas y una funcionalidad casera que debe ser reseteada a un nuevo orden. “Hoy Isi está feliz, volviendo a jugar en espacios públicos, como un niño más, que tuvo una segunda oportunidad. Seguimos para adelante agarrados de la mano, hablando de donación pediátrica”, señalaron desde el entorno familiar, a través de las redes sociales.
“Lo más importante es que Isidro hoy todos los días tiene ganas y pide salir a la plaza a jugar, obviamente que mucho tiempo del día es para llenar papeles, buscar ordenes y recetas. Cada 15 días tienen que hacerle biopsias para determinar cómo evoluciona la aceptación de su organismo al nuevo órgano. El rechazo se mide en escalas de 0 al 4, siendo el 0 que ya no lo rechaza y él hoy, a más de un mes de recibir el trasplante, está en 1. Para someterse a la biopsia ingresa a quirófano con anestesia general, aceptándolo con la condición de que mañana vuelve a la casa”, indicaron las amigas de Laura Aladro, que están siempre pendientes, a toda hora, todos los días, de ver cómo pueden ayudar con lo que puedan. Ayer fue a puro baile y alegría en el Unión y Progreso.