Urbanización en Sans Souci: un proyecto que apunta a sanar el déficit habitacional de Tandil

La semana pasada, el anuncio del proyecto de urbanización que tendrá lugar en el predio Sans Souci, fue un balde de agua fría para el Ejecutivo Local, que desordenado esgrimió malestar por una noticia que viene a realzar las expectativas de muchos tandilenses, con referencia a la creación de suelo urbano. En sus redes sociales, el Diputado Nacional, Rogelio Iparraguirre, hizo un repaso sobre los detalles y la incidencia que tendrá el mega proyecto en la ciudad, que apunta a brindar acceso al suelo y la vivienda a familias tandilenses, incrementar la cantidad de servicios educativos y fortalecer la sustentabilidad ambiental.

«El proyecto de desarrollo urbano, ambiental y educativo en Sans Souci busca promover, a partir de una gestión del crecimiento de la ciudad de manera articulada con las diferentes asociaciones y entidades que ya se encuentran trabajando en el predio, una solución a la principal problemática de nuestra ciudad: el acceso al suelo y la vivienda para los y las tandilenses». manifestó Iparraguirre en sus redes sociales.

En su posteo, Iparraguirre compartió una serie de placas donde se visibilizan los principales usos del macizo. En primer lugar se destaca una mayor cantidad de viviendas para los vecinos y vecinas de Tandil que serían alrededor de 600 unidades habitacionales y que se está trabajando en un esquema similar al desarrollo urbanístico del PROCREAR. Desde el Ejecutivo provincial afirmaron que el objetivo es administrar el crecimiento de la ciudad de manera articulada con el entorno natural y la actividad ciudadana del predio, y destacaron que de ninguna manera el espíritu de la iniciativa es contraria a los intereses ciudadanos y educativos.

Atendiendo el tema central de la educación, en el predio se atenderá una de las demandas más importantes de la zona, con acceso a la educación inicial, secundaria y terciaria. Se garantizará además el espacio verde de Sans Souci, para preservar el parque urbano del predio y garantizar el acceso al entorno natural. Además se trabajará para seguir impulsando la vinculación ciudadana y la actividad deportiva. La construcción de un sitio para la memoria, la promoción y defensa de los derechos humanos, y la reconstrucción del edificio histórico, serán los lineamientos principales en el proceso de Memoria, Verdad y Justicia.

Un poco de historia, índices y estadística

El predio Sans Souci, ubicado en el barrio de Villa Aguirre, tiene una extensión que supera las 60 hectáreas. Dentro del mismo se encuentra el palacio, desmantelado y testigo silencioso del terrorismo de Estado de la última dictadura militar. Además, cuenta con un tupido bosque, que se convertirá en un gran pulmón verde para todo el futuro desarrollo urbanístico.

El proyecto va a contemplar también la preservación del lugar como sitio de memoria, ya que ahí funcionó un centro clandestino de detención en la década del 70´. Además, se tramitará una señalización como sitio de memoria y la recuperación como patrimonio, de un sitio que se encuentra en muy mal estado edilicio.

Las estadísticas que Tandil tiene en cuanto al déficit habitacional y la revalorización del suelo y la vivienda son contundentes. En los últimos años, el acceso a la vivienda se convirtió en algo inalcanzable para la gente que trabaja todos los días. Kicillof se comprometió desde el comienzo de su gestión en un plan para revertir esta situación. “La decisión del Gobernador ha sido determinante en este sentido: convertir un inmenso macizo ocioso en suelo urbano y apto para el desarrollo de vivienda. A partir de ahora se trabajará en el proyecto de inversión en infraestructura, puesto que esas tierras deberán ser dotadas de todos los servicios”, señaló Iparraguirre.

El acelerado proceso de revalorización inmobiliaria que ha experimentado Tandil en las últimas dos décadas explica el preocupante déficit habitacional que sufre esta ciudad. En 20 años creció casi un 25% la cantidad de viviendas, pero paradójicamente se redujo el número de propietarios pasando del 71% al 60%; mientras que los inquilinos pasaron del 17% en 2000 al 32% en 2020.

Redaccion

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