El ambiente pide un respiro y Tandil necesita detener el potencial riesgo con una planificación consensuada

Durante las últimas semanas nos encontramos con dos novedades que están directamente relacionadas entre sí y que bucean sobre uno de los temas que más trabajo y cerebro hay que ponerle en la ciudad: el cuidado del ambiente. Por un lado conocimos la ubicación de los nuevos contenedores de residuos que serán colocados en lugares donde habitan pocas personas, fundamentalmente en el corredor Don Bosco que es uno de los bastiones del turismo en Tandil. Por otro lado, aunque en la misma sintonía, el inminente colapso del relleno sanitario, que debe tener un enfoque prioritario para la comuna, que ve como en en canal que atraviesa la pila de residuos, está totalmente contaminado por los líquidos lixiviados que surgen del relleno. «Encontramos algo que no era agua» indicaron los profesionales de la materia al analizar el liquido. Las alarmas están encendidas.

El uso del relleno sanitario está directamente relacionado en cómo se manejan los residuos en nuestra ciudad. Durante muchos años se intentó a través de las campañas de información, la concientización ciudadana y hasta la separación en origen, generar un trabajo en la ciudad para no patear los problemas hacia el futuro. Tenemos en Tandil una bomba de tiempo con referencia al relleno, ya que después de 20 años ese montón de contaminantes, que no van a desaparecer, van a estar ahí y serán un riesgo. Para el futuro inmediato se le tendrá que prestar mucha atención a la pequeña capa de plástico que separa los residuos del suelo, porque si se llegará a romper o esos líquidos (lixiviados) que aún no se sabe cómo tratarlos se liberan al ambiente, es potencialmente un real problema ambiental.

“Encontramos en el canal que atraviesa el relleno sanitario algo que no era agua. Se trataba de algo que era muy parecido a lo que uno ve dentro del relleno sanitario y pudimos ver que se origina por un desborde ya que no hay un tratamiento para bajar la carga contaminante y se vuelca a un curso de agua superficiales. Hay que repensar el sistema porque con esta nueva contenerización los residuos van a ir a parar al mismo lugar. En la última celda se ve que el nivel de altura es mayor a las otras, tiene que ver con alargar la vida útil de un lugar que no estaba pensado como tal sino que era pensado para una planta de tratamiento, por esto es urgente repensar el sistema y comenzar la búsqueda de otro lugar porque el relleno se va a necesitar.” manifestó el investigador Luciano Villalba, integrante además de la MESA GIRSU en Tandil.

La planta de tratamientos de residuos era el proyecto de la compactación y la separación en destino que USICOM pensó cuando tomó la posta de Clear, la anterior empresa que se dedicaba al tratamiento de los residuos. Está a las claras que no se llevó a cabo, no hay planificación desde el Municipio en este tema. En la misma línea está trabada la negociación para comprar tierras aledañas al relleno y el proyecto de búsqueda de inversión internacional con tecnología aplicada está lejos de lograrse. De lograrse esa financiación, es inadecuado porque nuestros residuos son muy húmedos para ese tratamiento, no están recomendadas las plantas de generación de energía por combustión de residuos para nuestra región.

SISTEMA DE CONTENEDORES: UN SERVICIO COSTOSO QUE CONDUCE AL MISMO LUGAR DE POTENCIAL RIESGO AMBIENTAL

El nuevo sistema de contenedores nos muestra claramente que nada va a cambiar y que se están tomando decisiones sin consenso en la ciudadanía, para seguir yendo al mismo lugar: el colapsado relleno sanitario que ya no está cumpliendo su función. Se profundiza el Tandil para pocos, en una situación ambiental que está en potencial riesgo que nos plantea un desafío sin precedentes. La MESA GIRSU, una inagotable fuente de información en estos temas reza en su última publicación que ”Debemos realizar transformaciones concretas en nuestros modos de producción y consumo y para eso necesitamos, por sobre todas las cosas, compromiso político y es en este contexto que hay que analizar, también, este sistema que genera más dudas que certezas”

A excepción del Procrear y Cerro Leones donde estarán ubicados 18 de 128 contenedores, el nuevo sistema cubre las zonas de cabañas, hoteles, barrios privados, casaquintas y las zonas más residenciales de la ciudad. El municipio pagará, de acuerdo a la licitación pública, más de 5 millones de pesos mensuales para el servicio mientras los camiones que los recolectores utilizan a diario se caen a pedazos. Pagaremos como sociedad a una empresa privada para que vaya al Golf & Country Valle del Tandil a vaciar 4 contenedores regularmente 3 veces por semana, mientras en barrios como Palermo o Villa Cordobita e incluso Graduados, la recolección es con suerte 2 veces por semana y en días y horarios nunca bien definidos. Un Tandil Soñado donde la planificación ambiental no entra en la agenda y los riesgos a tomar son demasiado altos.

La discusión de base sigue siendo clasista. Un Tandil pintoresco, adecuado para el turismo, con lindas sendas peatonales, con un nuevo sistema de recolección que llevará los residuos al mismo relleno sanitario que está cercano al colapso total. Por otro lado el Tandil que caminamos todos los días con una ineficiente distribución de los servicios esenciales como el agua y el gas, pocos lugares verdes para el esparcimiento y donde los reclamos vecinales se hacen un bollito que depositan en el cesto de residuos, que también terminará si no hay planificación y decisión política, en el mismo relleno sanitario.

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