La «Guardia Urbana», cuerpo formado por el Municipio de Tandil para dar apoyo en la seguridad ciudadana en la pandemia, comenzó a disolverse por disposición del área de Protección Ciudadana. Los despidos estuvieron a cargo de Atilio Della Maggiora y Rubén Dieguez que no encontraron mejor forma de comunicarlo que a través de un mensaje de wahtsapp. Si bien la explicación por parte de los funcionarios del municipio es que ya cumplieron los objetivos y que la actual situación epidemiológica no hace necesario el funcionamiento, el descontento es generalizado por las formas y el destrato personal.
El grupo que tenía como líder a una eminencia de la seguridad local como lo es Roberto Bonnana, fue cesanteado en su mayoría el día lunes a través de un mensaje de whatsapp que les indicaba que «se levantaban todos los puestos y que abril sería el último mes a cobrar». Son alrededor de 30 tandilenses que se quedan sin el ingreso que pagaba el municipio de 18.000 pesos, sin viáticos para trasladarse, a cargo de un Programa de Abordaje Sociocomunitario de la Secretaría de Desarrollo Humano.
En el momento de mayor riesgo epidemiológico a causa del Covid-19 fueron los encargados de abarcar los domicilios de 17 zonas de la ciudad, visitando a los vecinos y vecinas que transitaban la enfermedad. Durante la mayor parte de la pandemia trabajaron concientizando a la sociedad de mantener el distanciamiento social, el buen uso del barbijo y controlaban que nadie que estuviera contagiado salga de su casa. En su momento el subsecretario del área de Protección Ciudadana, David Tifner , expresó que «estaban muy a gusto con el compromiso de los chicos y chicas, hacen un trabajo en silencio, controlando todos los días en estos momento de muchos contagios.»
Uno de los padres de los chicos se indigno ante la forma de cesantear a los trabajadores y expresó «mi hija llevaba trabajando más de un año y medio junto con el resto de los chicos, han ido a miles de lugares y ni siquiera les daban un pase de colectivo. Pagaban de su bolsillo para trasladarse, usaban la ropa propia para trabajar. En su momento, tenían que visitar domicilio por domicilio. Ayer les mandaron un mensaje a todos, que quedaban afuera de la Guardia Urbana y se levantaban todos los puestos, en el Municipio, en el ex Banco Hipotecario, los centros de salud. Que cobraban este mes y gracias por los servicios prestados” afirmó masticando bronca Matías Arazaval.
