¡Felices Pascuas, la vereda está en orden!

Durante el fin de semana más productivo del año el oficialismo local ha celebrado que nuestra ciudad reventó todos los récords en lo que a turismo se refiere. Definitivamente Tandil se instala como un lugar de esparcimiento express para miles de visitantes, que en cuatro días y tres noches pueden observar la calidez de su gente, las veredas limpias, la naturaleza abrazando desde las sierras mientras los problemas cotidianos se mantienen escondidos, con notable sutileza y despampanante protección, bajo la alfombra “welcome” de Tandil.

“Tandil vive una de las mejores Semana Santa de las últimas décadas”, así tituló la prensa oficial del municipio el informe donde resaltan el potencial de la ciudad con respecto al turismo, con una variada gastronomía, los paseos formales y la variedad cultural de las actividades que Tandil ofreció. El intendente Lunghi agradeció a la comunidad por cuidar la ciudad y por cómo recibimos a los turistas. Además insistió en que Tandil es la ciudad intermedia más importante de Argentina. ¿Solo el movimiento exponencial de la Semana Santa nos da esa chapa nacional? ¿Es la voz y la impresión del visitante la que nos pone en ese pedestal o será el espejo que le genera al intendente y su gabinete, ver al turismo darle la inyección económica a muchos sectores de la ciudad que ellos mismos no pueden diseñar durante el año?

Para la Santa celebración en la semana hubo hasta guiños de la justicia, que llamativamente a días de que Tandil abra sus puertas a cientos de miles de visitantes, dictó la prisión del ex funcionario, que mató y dejó tirado al pibe Simon en La Movediza. Puertas adentro del Palacio Municipal no faltaron los puños apretados, de esos festejos en silencio, pero festejo en sí, sabiendo que la decisión del Juzgado de Garantías N°2 determinaba también la finalización del acampe en la vereda más importante de calle Belgrano. La ecuación le cerró por todos lados al oficialismo, que con velocidad terminó la obra y la vereda quedó nueva para las fotos en el instagram de los turistas.

El turismo no ve los problemas cotidianos de nuestros vecinos y vecinas que no tienen agua potable, un derecho universal, en las canillas de sus hogares. Tenemos para los visitantes datos de nuestra ciudad para compartirles, además de decirles dónde encontrar una buena picada o en qué dirección encuentran la feria. Por ejemplo, que somos una ciudad con un relleno sanitario a punto de colapsar y que seguimos escondiendo la basura bajo la tierra, sin políticas públicas acordes al siglo XXI. También tenemos una depuradora que procesa un 25% más de los indicado, porque el crecimiento de la ciudad no fue planificado ni diseñado con el criterio de la mejor ciudad intermedia del país. Que tiene funcionarios y concejales que sienten “vergüenza ajena” cuando un político, que no es de su espacio, genera obras para la ciudad que venían un tanto atrasadas y que vienen a darle una mejor calidad de vida a sus vecinos y vecinas.

Un fin de semana poderoso en cuanto al movimiento de gente y los dividendos que generó, luego de dos años de pandemia, donde también es importante destacar y recordar que pasamos de un semáforo epidemiológico, único en la Provincia, al colapso sanitario que desnudó las falencias y las malas condiciones de los trabajadores del Sistema Integrado de Salud Pública de Tandil. Que tenemos un gobierno que ante las emergencias ciudadanas y productivas de toda la ciudad solo atino a recostarse en las espaldas del gobierno provincial y nacional para los rescates. Una ciudad intermedia donde en las apuestas de su ejecutivo, todo los plenos van a los visitantes y no a la producción, la generación de suelo urbano y el empleo de los locales. Un Tandil donde siempre se juega el clásico de Semana Santa, con las veredas limpias y donde llamativamente no se festeja el cumpleaños propio.

Horacio Sobol

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Volver arriba