Este sábado, y en el marco de un nuevo 8 de marzo, se realizó el segundo Encuentro de Mujeres Feministas organizado por el Frente de Todos Tandil. Nos encontramos alrededor de 250 compañeras, con el objetivo de tener un espacio donde recuperar el intercambio y debate que se habían generado el año pasado. Nos dividimos por áreas temáticas —Trabajo y Producción; Educación y Cultura; Ni una menos, Derecho a la ciudad y Acceso a la vivienda y Salud y ambiente— y logramos generar mucho insumo, mucha masa crítica de cara a la Ciudad que queremos y nos merecemos. Tenemos agenda, ahora necesitamos tener participación en la planificación de políticas de género locales.
Este encuentro se enmarcó en la previa de lo que será el 8M, que nos encontrará nuevamente en las calles, con los cuidados y recaudos necesarios, pero con la alegría de poder volver a recuperar el espacio público. Sabemos que eso para el feminismo es clave, y que la pandemia nos encontró buscando alternativas, redes y lazos para no perder el contacto y la sororidad que hemos logrado construir a lo largo del tiempo. La calle es el lugar donde se disputan los sentidos y se realizan las propuestas; el feminismo sabe que hay muchas cosas en las que es necesario seguir trabajando en pos de una sociedad más justa e igualitaria, y el encuentro del que participamos evidenció que en Tandil hay mucho por hacer y sabemos cómo hacerlo.
¿Cuál es la sensación de cara a un nuevo 8M? Que Tandil tiene agenda. Agenda con perspectiva de género, en tanto el feminismo tiene mucho para aportar en el análisis de todas las problemáticas y necesidades existentes vinculadas a la Ciudad y también en el diseño de propuestas concretas. Tenemos una agenda propositiva, que contempla aspectos concretos sobre qué y cómo hacer a partir de problemáticas sociales existentes a revertir; cómo resolver las cuestiones que se detectan como disfuncionales en la sociedad, ya sea en el ámbito laboral, en la salud, la Ciudad y el acceso a ella. Ahora, lo que necesitamos es ser escuchadas por el Estado Municipal, y hoy es un día en el que volvemos a decir públicamente y tomando la calle: acá estamos, esto somos y necesitamos un municipio comprometido en las acciones y no solo en lo discursivo con la perspectiva de género.
Uno de los puntos en común en las diferentes comisiones de trabajo desarrolladas durante el encuentro fue el cansancio y hartazgo respecto de las declaraciones del Estado Municipal. Se marcó y debatió el no correlato entre los anuncios en las tapas de los medios de comunicación con la efectivización de esas propuestas y acciones concretas: el protocolo para acciones contra situaciones de violencia en el ámbito laboral municipal y las capacitaciones de la Ley Micaela son algunos ejemplos. Sin ir más lejos, en la apertura de las sesiones legislativas, el intendente municipal dijo que se habían capacitado todos los funcionarios municipales, que representan alrededor 100 personas. Pero la Ley contempla la capacitación para el conjunto de los empleados y empleadas del Estado municipal, que en nuestra Ciudad son 3.000. Eso indica que estarían faltando 2900 personas de iniciar el proceso de sensibilización y problematización. Es decir, el Estado municipal “hace como sí” se hiciera cargo de estas problemáticas, pero en la realidad hay muchas falencias e incertidumbre respecto a dónde dirigirse frente a cada dificultad que padecen las mujeres.
En relación al ámbito laboral y el acceso al trabajo, se expusieron las dificultades concretas a la hora de conseguir empleo registrado, se planteó la necesidad urgente de analizar de qué manera se pueden garantizar los derechos laborales de las trabajadoras que están dentro de la economía popular, y hubo críticas al ejecutivo local en relación a la situación de la Secretaría de Desarrollo Productivo y Relaciones Internacionales que ofrece subsidios muy bajos, que no alcanzan para invertir en la matriz productiva de cualquier tipo de proyecto. Sabemos que la independencia económica es clave en situaciones de vulnerabilidad familiar y laboral, y es necesario que el Estado se haga presente dando respuesta.
Otro aspecto transversal a los diferentes debates estuvo orientado al patriarcado, ese posicionamiento desigual de hombres respecto a mujeres y ese abuso de poder apareció en las distintas comisiones. Se habló de las diferentes situaciones de violencia que atraviesan muchas compañeras, y de la necesidad que existan protocolos de actuación para escenarios de violencia tanto en el ámbito público del estado municipal como del ámbito privado. También la importancia que la Ley Micaela llegue a otros espacios como sindicatos y cooperativas.
El feminismo tandilense tiene agenda con perspectiva de género, y tiene un piso de acuerdos en los que se visualiza como problemático. Este 8 de marzo lo volveremos a comunicar en las calles, como lo hacemos a diario en los diferentes espacios que transitamos. Lo que necesitamos es ser verdaderamente escuchadas por las autoridades municipales.
Guadalupe Gárriz – Psicóloga, Artista Plástica y Concejala del Frente de Todos