Luego de que se difundieran imágenes y videos donde los motociclistas corren picadas por la Avenida Lunghi y también en varios sectores de Rutas Nacionales y Provinciales, el tema nuevamente se instala como el que mayor preocupación genera para muchos vecinos y vecinas de Tandil, que en algunos casos, como en la zona del Parque Independencia, han decidido poner en venta casas por los estruendos y ruidos molestos que generan las motos. ¿Podemos como sociedad hacer algo al respecto? ¿El Municipio de Tandil, la Policía Local y Bonaerense han agotados sus recursos e ideas para solucionar el problema que llegó a generar el hartazgo de la sociedad ante estas situaciones? ¿Es un pedido valido el de los motociclistas que sugieren el armado de una pista en un lugar cerrado como tienen ciclistas y automovilistas?
Como si surgieran paralelismos con las producciones cinematográficas de Hollywood, donde varias personas se juntan y uno oficia de semáforo humano para dar comienzo a la carrera, así están impuestas estas modalidades en nuestra ciudad. Jóvenes y adultos con sus motos apostados sobre la vera de la Ruta, con autos circulando por la misma siendo testigos y espectadores de lujo, se disponen a correr buscando la mayor velocidad sin premios y sin ningún tipo de control. Durante la pandemia por el coronavirus, además de los contagios, los accidentes de motos fueron la mayor causa de internación en el Hospital Santamarina, con los médicos rogando que existan mayores controles para no tener camas ocupadas por situaciones que se pueden prevenir.
Picadas en las rutas, carreras en plenas avenidas y calles, ruidos molestos por toda la ciudad, estruendos que salen de sus escapes sobre el pavimento de Tandil. Sufrimiento de miles de vecinos y vecinas que no pueden dormir, que deciden vender sus casas para salir de la pesadilla. Colapso del Sistema de Salud Pública por los accidentes, impotencia ante no poder estar disfrutando del entorno natural de la ciudad en una conversación cotidiana, o simplemente contemplar en el silencio. ¿Todo esto es exageración por parte de la redacción de LOT? La respuesta es no y la solución nunca llega.
