Con la llegada del 2022 y en el silencio del mes de enero continúan los trabajos de movimientos de suelos y comercialización de lotes en las sierras de Tandil. Desde la mañana del lunes maquinaria que rompe la piedra y luego la apila como si fuera escombro trabajan de sol a sol en la cima del cerro cuyas laderas escurren para el dique viejo y hacia el lago del fuerte y el cauce del Langueyú. Hablamos de un loteo indebido en las cercanías de Villa del Parque y la zona del dique, que comprende las calles Matorras de San Martín y Soldado Argentino.
¿Por qué se habla de loteo indebido? La Asamblea por la Preservación de las Sierras presentó durante el mes de diciembre de 2021 un documento donde sentaba las bases de lo que se estaba comenzando a hacer en el macizo de tierra. » En el Plan Ordenamiento vigente forma parte de la Zona especial protegida Sierras de Tandil, cuyo Plan de Manejo lleva más de una década sin aparecer y mientras tanto se utiliza un sistema que regula según las cotas de altura. Dado que el área serrana loteada está categorizada como zona de servicios extraurbanos sobre la cota de 220 sólo podría haberse subdividido en 1,5 hectáreas como mínimo. La parte del cerro a cota menor sólo podía dividirse en terrenos de 7500 metros. Pero se están vendiendo terrenos de 1200 metros «en PH» ¿Quién autorizó?» expresaba el comunicado de diciembre.
Además de perder Sierras que son parte de nuestra identidad como ciudad, de afectar al ecosistema serrano, las cuencas hídricas, el paisaje, se genera un gran problema que Tandil pagará en el presente y el futuro. Los lotes que se están comercializando no tienen cloacas. Las Sierras son las principales áreas de recarga del acuífero del cual se abastece la ciudad, y al mismo tiempo, las más vulnerables. Lotearlas y construirlas es contaminarlas de efluentes cloacales. Entre los muchos impactos negativos, los efluentes irán a los cursos de agua superficial y subterránea. Luego, deberemos seguir pagando plantas desnitrificadoras del agua como si fueran inversiones para el desarrollo y no el costo de una gestión negligente y arbitraria que prioriza construirle el negocio a unos pocos.
