UNICEN: 47 años de un proyecto colectivo

La creación de una universidad nacional en el centro de la provincia de Buenos Aires

Las gestiones destinadas a reunir las estructuras universitarias existentes en las ciudades de Tandil, Olavarría y Azul, culminaron en 1974 con la sanción de la Ley 20.753 que creó la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires. Tres hechos significativos estrechamente vinculadosa las transformaciones que sufriera la educación superior argentina desde finales de los años ´50, signaban la década que quedaba atrás: la fundación de la Universidad de Tandil en 1964 a partir de la entrada en vigencia de la Ley Domingorena, que permitía el funcionamiento de las universidades privadas; la creación del Instituto Universitario de Olavarría un lustro más tarde cuando comenzaba a gestarse el proceso de apertura de universidades nacionales sobre la base del llamado Plan Taquini y el surgimiento de su adscripto, el Departamento de Agronomía de Azul en 1973, cuando se afianzaba en el país el proceso de regionalización universitaria.

Más allá de las evidentes diferencias que en relación a sus orígenes, modelos de funcionamiento académico, formas de financiamiento y trayectoria tuvieron estas tres instituciones, es posible establecer entre ellas algunos elementos en común. En primer lugar, el rol de pioneras que las mismas desempeñaron en una zona hasta entonces no cubierta por el Estado nacional en materia de educación universitaria. En segundo lugar, la dificultad de caracterizarlas en función de las categorías que definen lo público y lo privado, en el caso de la Universidad de Tandil por carecer de una conducción guiada con fines empresariales y en el Instituto Universitario de Olavarría por la participación del gobierno municipal en su creación, financiamiento y administración, del mismo modo que por su dependencia académica de una universidad nacional. Por último, la contribución que a partir de los emprendimientos liderados por Osvaldo Zarini, Enrique Alfieri, Alfredo Fortabat, Raúl Sarno y Carlos Azcona efectuaron al proceso de democratización del acceso a la enseñanza superior en el interior de la provincia de Buenos Aires, sentando las bases sobre las que se montaría la nueva institución oficial.

La regionalización universitaria

Entre 1971 y 1975 se crearon en Argentina 16 universidades nacionales por fragmentación de instituciones pre-existentes, por absorción de establecimientos de carácter privado o dependientes degobiernos provinciales, o por fundación de nuevas casas de estudios superiores. El punto de partida del proceso de regionalización y descentralización universitaria, concebido cuando promediaba el gobierno de Onganía, ejecutado por Lanusse y continuado por las autoridades democráticas que sucedieron al régimen militar, había sido el proyecto formulado por el Dr. Alberto Taquini (h) en 1968.

El interés en descomprimir la potencial conflictividad que la superpoblación de los grandes centros universitarios encerraba, del mismo modo que el de entablar acuerdos con dirigentes políticos del interior, no habrían sido ajenos a las motivaciones de la propuesta que explícitamente apuntaba a redimensionar las universidades tradicionales y a brindar mayores posibilidades de desarrollo a diferentes regiones del país.

Pero más allá de los objetivos perseguidos, lo cierto es que la presentación e incipiente puesta en marcha del llamado «Plan Taquini» generó un hecho no previsto por su autor: la movilización de entidades empresarias, culturales, profesionales y gremiales, entre otras, de numerosas localidades del interior que aspiraban a ser sedes de una universidad oficial. La convergencia del mencionado plan con la presión ejercida por los grupos locales, dio como resultado que en el término de cinco años el número de universidades nacionales se elevara a veintiséis.

Es evidente que las nuevas casas de altos estudios no detuvieron la histórica tendencia a la expansión de la matrícula en los centros tradicionales, así como también que no en todos los casos lograron ofrecer un perfil novedoso ni una oferta académica de excelencia. Pese a ello, coincidiendo con Pérez Lindo, es difícil negar su contribución a la democratización del acceso a la educación universitaria, de la misma manera que el efecto dinamizador que surtieron sobre la actividad económica de las zonas en las cuales se instalaron.

Hacia la conformación de la UNICEN

La Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires fue, entre las nuevas instituciones, una de las últimas en crearse. En realidad, el proceso que culmina con la sanción de la ley 20.753 en 1974 se había iniciado un par de años antes con la inquietud de los directivos del Instituto Universitario de Olavarría de establecer en el centro de la provincia una universidad nacional con sede central en esa localidad. Como consecuencia, por resolución del Ministerio de Cultura y Educación de la Nación se constituyó en febrero de 1973 la Comisión Nacional Especial de Factibilidad que tendría a su cargo la elaboración del correspondiente Estudio deFactibilidad. Concluido dos meses más tarde, la inminencia de la asunción del gobierno constitucional y luego la determinación del Poder Ejecutivo Nacional de suspender la creación de nuevos centros de estudios superiores, puso un freno a las aspiraciones contenidas en el voluminoso estudio.

Paralelamente, la Universidad de Tandil se encontraba en esos días en una coyuntura difícil. La agudización de la crisis de financiamiento que amenazaba con interrumpir la continuidad de las actividades académicas se veía agravada por el duro golpe que había significado la muerte de su conductor, el Dr. Osvaldo Zarini.

Frente a esta situación, una serie de factores locales incide en la progresiva definición de un proyecto de estatización de la universidad privada. En principio, las organizaciones estudiantiles instalaron en el centro del debate la cuestión de la nacionalización, haciendo de ella su reivindicación fundamental. En segundo término, la política implementada a partir de la designación como rector en mayo de 1973 del Dr. Raúl Cruz, quien pese a que había sido convocado para dirigir una universidad privada terminó, dada la situación que se vivía, gestionando su incorporación al ámbito público. Por último, la intervención de la dirigencia política local en un tema que, debido a su significación, había trascendido los claustros universitarios.

En este marco, los intereses de ambas instituciones se pondrán en contacto en diferentes instancias de negociación en las que participarán autoridades universitarias, estudiantes, jefes comunales y ediles municipales.

A mediados de 1974, entró al Senado Nacional el proyecto de ley de creación de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires cuyos autores eran los Senadores Juan Carlos Pugliese, y Fernando de la Rúa. Entre los fundamentos de la iniciativa se aludía fundamentalmente a dos aspectos. Por un lado, la importancia demográfica y económica de la zona de influencia de la universidad proyectada y, por otro, la insuficiencia del esfuerzo privado, que oportunamente había generado los estudios superiores, para hacer frente al necesario crecimiento universitario de la región.

Cuando se aguardaba la sanción del proyecto, el Diputado Justicialista Rodolfo Desperbasques, más cercano a las posiciones esgrimidas desde Olavarría, puso sobre el tapete el controvertido tema de la sede del rectorado y la localización de las Facultades de la futura Universidad, al presentar unapropuesta alternativa que finalmente no prosperó. En efecto, luego de la intervención en carácter de miembro informante del Diputado Popular Cristiano Carlos Auyero, la Cámara de Diputados de la Nación aprobó sin modificaciones y por unanimidad el proyecto Pugliese-de la Rúa, el cual determinaba que la nueva Universidad tendría su sede principal en las ciudades de Tandil, Olavarría y Azul debiendo fijarse en los estatutos el lugar de asiento de sus autoridades centrales.

Finalmente, el 9 de octubre de 1974 la Presidenta María Estela Martínez de Perón firmó el decreto que promulgó la ley 20.753 de creación de la universidad nacional, estableciendo que la misma comenzaría a funcionar a partir de enero de 1975.

En el marco de un escenario político nacional crecientemente convulsionado como consecuencia de los cambios a que dio lugar la sucesión presidencial luego de la muerte del Gral. Perón, el agravamiento de la crisis económica y la escalada de violencia –trágico anticipo de los tiempos que se avecinaban- la flamante Universidad nacional debía emprender su organización.

Texto de Nancy Pastor

Redaccion

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