En la madrugada del sábado 7 de agosto, el Boletín Oficial publicó la Decisión Administrativa 793/2021, que establece el marco de operaciones de la industria aérea hasta al menos el 1 de octubre. Esto implica que los llamados «pasajeros varados» tendrían la posibilidad de ser reubicados en otros vuelos sin tener que incurrir en gastos adicionales de pasajes.
Además, se estableció el cupo semanal de 11.900 plazas hasta el 6 de septiembre (1.700 pasajeros promedio diario) y en adelante, un cupo semanal de 16.100 plazas (2.300 diarios). Dentro de esas plazas, 700 pasajeros podrán ser priorizados por el Estado Nacional por razones de urgencia, para atender cuestiones esenciales impostergables o de representación oficial o diplomática, para facilitar su viaje al país.
Sigue prohibido el ingreso de extranjeros y el ingreso por frontera terrestre. Aunque la titular de Migraciones, Florencia Carignano, anticipó en radio Futurock que desde el 6 de septiembre van a hacer una prueba piloto de turismo con Chile y Uruguay.
Por último, quien egrese de Argentina, según declaraciones del Ministerio del Interior, «deberá conocer y aceptar las directivas emanadas por la Decisión Administrativa 268 / 2021 y las que ha futuro modifiquen o complementen, en cuanto a la Reducción de Frecuencias de transporte internacional de pasajeros/as y los costos de los test y/o lugares dispuestos para el aislamiento».
La situación de las fronteras en el resto del mundo.
Si bien la actualización del mapa mundial de restricciones se va actualizando de manera permanente, hoy existen 95 países con sus fronteras cerradas al turismo, con la excepción de sus ciudadanos, los residentes que regresan a sus domicilios o quienes deban viajar por razones extraordinarias, en consonancia con algunas de las medidas dispuestas en la Argentina.
Además, hay 119 países que fijaron limitaciones para el ingreso en sus fronteras, como por ejemplo la obligación de los pasajeros de tener completado el proceso de vacunación y/o con resultado negativo de una prueba PCR o de antígenos de COVID-19 y/o que se sometan a una cuarentena a su llegada al país.
Sólo 5 naciones tienen habilitado el arribo de personas sin ningún requisito. Es decir, que el 54% de los estados exigen restricciones para aquellas personas que quieran ingresar y el 43% mantienen sus fronteras cerradas para el turismo.
En el caso de Inglaterra, que tiene un 69% de la población vacunada y ante un promedio de casi 24 mil casos diarios, las fronteras están cerradas ante el avance de la variante Delta. Los ciudadanos británicos o irlandeses, o residentes del Reino Unido que ingresan deben reservar cuarentena en un hotel, dos pruebas de COVID-19 y cubrir los gastos de ello.
Chile, otro de los países con fronteras cerradas, cuenta hoy con el 72,49% de la población vacunada y un promedio de casi mil casos diarios en los últimos 7 días, sin embargo, mantiene sus fronteras cerradas. Estas restricciones de viaje no se aplican a los ciudadanos chilenos y los residentes, pero no podrán salir del país sin motivo extraordinario justificado.
En Argentina la variante Delta aún no circula de forma comunitaria y tenemos un promedio de 11.864 casos diarios y 57,5% de la población vacunada con al menos una dosis. Pueden entrar al país los ciudadanos argentinos y los residentes; el personal de aviación; los viajeros en tránsito; los diplomáticos; las personas que viajen por reagrupación familiar; los que viajen por motivos humanitarios.
Todas las personas entren a Argentina deben acreditar un resultado negativo en PCR emitido en las 72 horas antes de la llegada y cumplir con una cuarentena obligatoria. A los 7 días los viajeros pueden someterse a una prueba, si dan negativo, pueden dejar el aislamiento. Quienes se hayan recuperado de COVID-19 en los 90 días previos están exentos de este requisito. Hay que presentar un certificado médico que acredite que la recuperación se produjo más de 10 días después del diagnóstico.
