Es un antiparasitario. La ANMAT no permite su uso para coronavirus. Pero se receta e incluso hay provincias que lo administran. Los farmacéuticos hablan de un «boom» en mayores de 50 años. Advierten que su mal uso puede causar toxicidad.
Se llama ivermectina y la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) dice que, en la Argentina, su uso autorizado es como antiparasitario. Hasta ahora, se ha negado a avalar esa droga como método para prevenir el COVID-19 por no existir la documentación científica que avale ese uso. Sin embargo, en las farmacias hay una demanda completamente distinta a los años anteriores: en las zonas en las que se duplicó respecto de 2019 se atreven a llamarlo «boom».
«Cuando empezó la pandemia, medicación que resonara en los medios de comunicación y en las redes sociales, medicación por la que se agolpaba la gente en la farmacia. Con la ivermectina empezó en septiembre u octubre, y sigue vigente: en algunos lugares del Conurbano y del interior de la Provincia estuvo directamente en falta en las droguerías. Ahora se normalizó pero en cualquier momento vuelve a entrar en falta porque por momentos hay 100% de aumento de demanda respecto del año anterior». Lo dice Daniel Alvarado, presidente de Farmacéuticos Sin Fronteras y ex titular del Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Buenos Aires.
Sin embargo, matiza: «No es una barbaridad ese aumento, porque por lo general la ivermectina no es una droga que se venda mucho para su uso habitual». «Lo que le preocupa a ANMAT es que ni la Organización Mundial de la Salud ni la Organización Panamericana de la Salud refrendaron el uso de la ivermectina como preventivo del COVID-19, ni mucho menos en las dosis en las que lo están recetando algunos médicos e incluso pidiendo sin receta las personas que quieren probar si se los venden», suma Alvarado. En Provincia, un blister de dos comprimidos cuesta 777 pesos y uno de seis, 1.095 pesos.
Fuentes del sector farmacéutico confirmaron a elDiarioAR que hay farmacias en distintas jurisdicciones que venden esta droga sin la receta de un médico y que hubo instituciones que la usaron como una posible prevención para sus trabajadores de la salud. «El razonamiento es que la ivermectina genera anticuerpos para combatir parásitos, y que también podría generarlos ante la entrada de otro elemento extraño, como el virus», describe Alvarado, y suma: «Circuló hace poco un documento de que la FDA, de Estados Unidos, había autorizado su uso para COVID-19, pero fue una fake news. La autorización es sólo como antiparasitario», explica el titular de Farmacéuticos Sin Fronteras.
«Ante una pandemia la gente entra en estado de desesperación y eso empuja mucho el stock habitual de las drogas cuyo nombre va a circulando. Lo vemos especialmente en personas mayores de 50 años, que obviamente son las que se sienten en mayor riesgo», describe Alvarado.
«En pruebas in vitro se demostró que la ivermectina puede disminuir un 40% ó 50% la carga viral, pero no hay estudios que evidencien su eficacia clínica», explica Claudio Ucchino, que encabeza el Colegio Oficial de Farmacéuticos y Bioquímicos de la Ciudad. «Ante esos resultados algunos médicos lo empezaron a usar en casos leves. Como no era un producto de gran rotación antes del Covid-19, esa demanda hizo que pasara a estar en falta en las droguerías», suma.
En la Ciudad, donde las distintas presentaciones de la ivermectina oscilan entre los 950 y los 5.000 pesos, la demanda en el segundo semestre de 2020 creció un 20% interanual. Aunque se trate de un uso de la droga que no sólo carece de la autorización de la ANMAT sino que, según la Sociedad Argentina de Infectología «la evidencia disponible in vitro sugiere que para alcanzar niveles efectivos de ivermectina se necesitarían importantes aumentos y potencialmente tóxicos de la dosis».
Tucumán es una de las provincias que, oficialmente y a pesar de que no cuenta con la autorización de la ANMAT, usa ivermectina para el Covid-19. Es a través de un ensayo clínico: lo encabeza el Ministerio de Salud de esa provincia e incluye a pacientes leves mayores de entre 18 y 60 años que no presenten enfermedades de riesgo previas y que, en caso de ser mujeres, no estén embarazadas. El ensayo por el cual se administra ivermectina en personas atendidas en el sistema público provincial apunta a determinar si efectivamente la ivermectina disminuye la carga viral de Covid-19 cuando se trata de un caso poco agresivo.
«El boom empezó hacia septiembre. Mucha gente, porque salió en el diario o en la tele, me preguntaba por la ivermectina en la farmacia. Llegaban con receta los familiares de algún caso leve, porque el médico les había indicado ese tratamiento, o sin receta personas que lo querían comprar para prevenir», describe Carolina Gómez, referente de Farmacéuticos Sin Fronteras de Tucumán. «En la farmacia en la que yo atiendo no vendíamos sin receta, ni tampoco se usa para el COVID-19 en el sanatorio privado en el que trabajo, pero la demanda creció un 100%, especialmente en personas de más de 50 años», agrega. En Tucumán, 4 comprimidos de ivermectina cuestan 650 pesos.
Jorge Schlottke, un profesional de San Luis que es referente de la organización Farmacéuticos Sin Fronteras de esa provincia, dice a elDiarioAR: «Se ha notado un comportamiento que se relaciona más con una una demanda irracional que con una verdadera necesidad por este fármaco que en un principio causó rotura de stocks en farmacias y droguerías, situación similar a la ocurrida con la hidroxicloroquina en el mes de mayo. Las consultas en las farmacias comunitarias han aumentado considerablemente en los últimos meses al igual que las prescripciones bajo diagnóstico ‘profilaxis COVID'», explica.
Ante este boom de demanda, Schlottke reflexiona: «El rol del farmacéutico como agente sanitario se ha tornado crucial en el momento de la información que se le brinda al paciente, bregando por su seguridad y la de su familia, promoviendo la campaña de vacunación, el uso de elementos de protección personal, y el distanciamiento social, e instando a la población a realizarse el hisopado siempre que corresponda, incluso si no presenta síntomas. Todas estas medidas son las que colaboran claramente con la merma de la propagación del virus, disminuyendo el riesgo de contagio y sobre las cuales debería ponerse el foco».
Nota de ElDiarioAR