Giro en el juicio Vialidad: testigo clave desmintió «obras inexistentes» y aseguró que el informe de Iguacel «tenía errores»

La situación dejó al borde del colapso a la acusación porque desmintió el informe que dio inicio a la causa. Auditor nombrado por el macrismo negó que Báez haya incumplido con las obras.

Un testimonio que era clave para el juicio conocido como “Vialidad” dejó a la acusación al borde del colapso. Un contador de la Dirección de Vialidad aseguró que no era cierto que se había pagado por obras que no se hicieron. “Las obras existían”, afirmó.

El funcionario que estuvo a cargo de la auditoría interna ordenada por Javier Iguacel sobre las obras en Santa Cruz desmintió los supuestos sobreprecios. Se trata del informe en el que se basó la denuncia contra Cristina de Kirchner. “Todas las obras estaban dentro del rango del 20% del presupuesto oficial”, afirmó el contador Marcelo Bianchi. Bajo juramento, dejó asentado el apuro que imprimieron las autoridades macristas para elaborar la auditoría cuando recién había asumido el gobierno de Cambiemos. “Tuvimos quince días. Es muy poco tiempo”, dijo. En una declaración que podría convertirse en bisagra en el juicio por el presunto direccionamiento de las obra pública en favor de Lázaro Báez, el testigo admitió que el informe tuvo errores y que no hubo incumplimientos en los plazos de entrega por parte de la empresa. “Las obras existían”, afirmó.

Bianchi era el testigo que todos querían escuchar. Había sido convocado por todas las partes: la fiscalía, la querella de la Oficina Anticorrupción y casi todas las defensas. La expectativa era alta ya que fue el responsable de la auditoría de la DNV con la que Iguacel inició la denuncia que derivó en este juicio. Los abogados y abogadas de los imputados señalaron desde el primer momento que ese estudio no arrojó irregularidades, a pesar de lo cual el juez y el fiscal de instrucción, Julián Ercolini y Gerardo Pollicita avanzaron con la demanda y lograron llevarla a debate oral.

Luego de casi cinco horas de declaración, el funcionario de carrera de amplia experiencia en la DNV ratificó que dicha auditoría no dio cuenta de sobreprecio alguno y, a través de un recorrido en el territorio, se constató que las obras cuestionadas efectivamente existían, por lo que no era cierto que se había pagado por trabajos que no se habían realizado.

Presión mediática

Corría el mes de enero de 2016. El gobierno de Mauricio Macri había asumido el 10 de diciembre de 2015. Con la mira puesta en Cristina de Kirchner, una de las primeras acciones de la DNV, a cargo de Iguacel fue ordenar una auditoría sobre las obras viales sólo de la Provincia de Santa Cruz. El apuro para lograr un documento que acredite supuestas irregularidades y direccionamiento a favor de Austral Construcciones, los auditores tuvieron solo quince días para entregar los resultados. Bianchi aseguró que en más de veinte años de carrera en el organismo nunca le pidieron una tarea similar en un plazo tan “exiguo”. En ese sentido destacó el impacto de la premura que hubo para que se hiciera el informe en los resultados concretos: “Ayer leí el informe y le encontré errores, cosas a corregir. Algunas cuestiones las hubiera precisado mejor o de otra manera”, reconoció. “Fue lo mejor que pudimos hacer en ese tiempo que tuvimos. Quince días es muy poco tiempo”, afirmó. Y detalló que en ese lapso “lo que podíamos hacer era solo una inspección visual de las obras. Se recorrieron unos dos mil y pico de kilómetros en esas dos semanas”.

El defensor de Báez, Juan Villanueva le preguntó porqué cree que se les otorgó tan poco tiempo para elaborar la auditoría. “No lo sé. Me enteré por la resolución y no tuve oportunidad de preguntar”, respondió Bianchi. “¿En alguna otra oportunidad usted vio algo así?”. “No. Con estas características, en quince días, no”. Pero el testigo fue incluso más allá y enmarcó la dificultad que implicó cumplir con la tarea encomendada por Iguacel debido al contexto mediático. Relató que mientras leía los diarios “donde se decía que no había nada realizado” (en referencia a las obras adjudicadas a Báez) él tenía que presentar un “informe que decía que las obras estaban. Con algunas observaciones, sí. Pero las obras existían”, dijo. “No lo sentí como una situación sencilla”, expresó. Incluso dejó entrever que había expectativas por parte de las autoridades macristas de que el resultado de la auditoría arrojara irregularidades: “Cuando estaba el informe listo yo sentía que el resultado podía ser diferente a lo esperado”, explicó.

El abogado de Héctor Garro, Mariano Fragueiro Frías le preguntó si tomó conocimiento en algún momento que la auditoría qué él firmó fue la base de la denuncia penal. “La toma de conocimiento fue posterior. Me enteré cuando lo leí en los diarios”, dijo.

“¿Pudieron analizar la posible existencia de sobreprecios?”, preguntó, por su parte, el fiscal Luciani “No. Nuestra tarea no incluyó ese análisis”. Ante la insistencia, el testigo expresó: “Hay que ver qué se entiende por sobreprecios. Todas las obras, por las pocas que vi, estaban dentro del rango del 20% del presupuesto oficial”, respondió el contador. ¿Pudo advertir incumplimientos reiterados de los plazos de obras?, interrogó Luciani. “Si se entiende por incumplimiento del plazo sin finalizar la obra, no”, respondió el testigo.

Concentración

Uno de los pasajes de la declaración de Bianchi que pudieron celebrar desde la acusación estuvo centrados en la concentración de las adjudicación en favor de Austral Construcciones. Según dijo el testigo “se advierte un porcentaje de obras que resultó ganador ese grupo de empresas”. Sin embargo, ante la consulta puntual sobre si pudo advertir concentración en las obras en Santa Cruz , respondió que sólo “cuando se lo compara con otras provincias se puede tener una real dimensión de lo que un número significa o no”. Lo que afirma la defensa de Báez y de algunos de los ex funcionarios es que la única firma ganaba la mayoría de las licitaciones porque podía ofertar a menor precio por estar asentada en el territorio. Las otras constructoras tenían presupuestos más altos, ya que debían trasladar maquinaria y personal desde otras provincias.

Otro de los puntos que podría considerarse débil para los imputados fue cuando el contador afirmó que “hubo una demora menor (en los pagos a Austral) comparada con otras empresas”. Pero dijo que no pudo constatar a qué se debió esa diferencia. El abogado de Nelson Periotti, Federico Paruolo preguntó si “la menor demora en hacer los pagos viola alguna normativa” y la respuesta fue “no”.

En tanto, al igual que casi todos los testigos anteriores, Bianchi afirmó que “es habitual” que haya demoras en las obras, que no se cumplan con los plazos originales y que los mismos sean “ampliados o modificados”. «Nosotros no participamos en absoluto en la formulación de la denuncia. Cuando uno chequea las secuencias de las progresivas de las obras hay algunos tramos que pareciera que no tuvieron obras. Pero claro, ahí te das cuenta que son obras que se finalizaron antes de 2010», dijo.

Redaccion

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