Vacunas contra el coronavirus: datos claves para desarmar los prejuicios

La Fase 3, que aún no está terminada en ninguna de las que encabezan la lucha contra el coronavirus, no determina la seguridad de las vacunas sino la duración y efectividad de la protección que otorgan. Por lo tanto, los miedos que se generan y multiplican en los medios no tienen base real.

Quiero hablarles a quienes no quieren vacunarse con las vacunas contra el COVID 19.

A lo largo de la historia la gente siempre le ha tenido miedo a las vacunas por sus potenciales efectos colaterales, que en general son insignificantes y más publicitados que el impacto de sus beneficios. Eso creo que sucede porque mientras no nos enfermamos no tomamos conciencia de las consecuencias de las enfermedades graves contra las cuales existen las vacunas.

Me acuerdo, cuando era chica, andar con un collar de pastillitas de alcanfor cuando fue la epidemia de poliomielitis y la historia de un amiguito de mi barrio de Sarandí que se repuso a la enfermedad pero con una cojera que arrastró durante toda su vida. Apareció la vacuna Salk que salvó en el mundo millones de niños y que sigue en el calendario vacunatorio hasta ahora.

La vacuna del sarampión también generó mucha resistencia en los años 70 porque producía bastantes «síntomas» su aplicación, y muchos de nosotros la había padecido sin grandes consecuencias. La mayoría no sabíamos de la muerte `por encefalitis /neumonía por sarampión’ ( no había tanta información) .

Otra vacuna con mala prensa es la vacuna contra el HPV, infección viral tan frecuente y oculta que se sabe que casi el 90% de la población humana la tiene, sin saberlo la mayoría. Pero hay que decir que si toda la población del mundo se vacunara desaparecería el cáncer de cuello uterino en las mujeres y los cánceres de boca, garganta y lengua disminuirían al 5% ( más o menos ).

¿Qué pasa con esta vacuna contra el coronavirus? ¿Cuáles son los miedos ? El miedo principal es que se investigaron en poco tiempo. Voy a tratar de explicar cómo y a qué afecta la velocidad en los estudios.

¿Para qué sirve la Fase 3?
1) Nunca las investigaciones empiezan de CERO, hay experiencia acumulada en otras vacunas fabricadas recientemente como la del Ébola (desarrollada por el mismo instituto ruso que desarrolló la Sputnik V contra la Covid19).

2) Hay tecnologías nuevas acumuladas aplicadas a tratamientos para el cáncer que han sido utilizadas, por ejemplo, en la vacuna llamada de Oxford.

3) Las fases de investigación de las vacunas se están cumpliendo: a) Fase 1: averiguar si son seguras (eso es lo primero que se investigó en la primera fase y es lo más importante). En medicina aprendemos que lo más importante y primero es «no dañar».

b) Fase 2: se aplica la vacuna a un número no grande de voluntarios : 100 a 500 y se prueba su seguridad y efectividad.

c) Fase 3: hacer un estudio que se llama ciego, randomizado y aleatorio ¿Quë quiere decir esto? Los voluntarios y los vacunadores no saben si están vacunando o dando placebo (que es solución fisiológica) y controlando a todas las personas de la misma forma y viendo si hay efectos colaterales, midiendo los anticuerpos generados por la vacuna, dosando su cantidad, y viendo hasta cuánto tiempo sirven.

En la duración de la inmunidad generada y no en sus efectos adversos reside la gran diferencia con las vacunas generadas en tiempo sin urgencia por la pandemia. Normalmente se piensa que si la presencia de anticuerpos y protección contra la enfermedad dura por lo menos 1 año ( como la de la gripe) te vacunás anualmente. Con otras vacunas como la de la hepatitis puede durar 10 años o toda la vida, o en el caso de la antitetánica si te dan 3 dosis estás vacunado 10 años.

Esto no lo vamos a saber ahora, ésta es la única diferencia con otras vacunas estudiadas anteriormente porque tuvieron más tiempo de control. Esto se va a hacer porque los controles de la fase 3 están previstos por 2 años. Así que en un año sabremos seguramente cuáles de las vacunas que están en carrera van a «quedar» y cuáles no, porque quizás su eficacia dura 6 meses nada más, pero mientras tanto nos habrá servido para erradicar la pandemia.

Lo que quiero decir es que esto no importa hoy, lo que importa es que por lo menos te impida enfermarte en los 3 a 6 meses de vacunado .

El caso de la Sputnik V
Con respecto a la vacuna Sputnik V quiero escribir un párrafo especial ya que también se generó una «resistencia» especial: El Instituto Nacional Gamaleya de Epidemiología y Microbiología de Rusia es líder a nivel mundial, se fundó en 1869, fue el segundo instituto del mundo que vacunó contra la rabia en 1886. Ellos usan una plataforma de vectores ADN para generar las vacunas ya conocida y probada en el mundo como las 2 vacunas contra el Ébola en 2015. La vacuna Sputnik V tiene esa misma plataforma ya probada, se monta sobre esa base ya comprobada efectiva y segura a lo largo de los años.

Cuando las vacunas se consideran seguras por laboratorios y científicos no se dan sin más a la población. Los organismos de control nacionales e internacionales, léase ANMAT (en Argentina) o FDA (en EEUU), en general son órganos científico-burocráticos que se toman su tiempo para el análisis de nuevas drogas o vacunas. Eso es cierto, pero en estas circunstancias ellos también sienten la obligación de trabajar y analizar los resultados de los estudios con rapidez, a la vez que con mucha seriedad, porque están siendo observados por todo el mundo en este momento.

En general en la industria farmacéutica son grandes corporaciones que ganan millonadas, y que lo que más les preocupa son sus ganancias. De hecho, junto con la industria bélica, es de las industrias más remunerativas del planeta. Dicho esto, también hay que decir que las empresas involucradas y los laboratorios ligados a los gobiernos que están realizando las vacunas son de primer nivel internacional y en esta oportunidad estuvieron investigando y produciendo a riesgo, es decir, antes de que se terminen los estudios en Fase 3. De esto se puede deducir que si empezaron a producir las vacunas es que las investigaciones previas ya eran promisorias. El apuro en este caso es frente a la pandemia cada vez más incontrolable.

Si bien los jóvenes a veces son asintomáticos pueden contagiar. En contexto de vacunaciones masivas aquellos que no se vacunan pueden mantener al virus circulando socialmente, evitando la inmunidad comunitaria. Quienes no se vacunaron pueden ser vectores de un rebrote, volver a contagiar a los cercanos que ya hayan pasado el período de eficacia de la vacuna .

Es verdad que este virus puede matar o no, que puede dejar secuelas respiratorias o no, pero se sabe que lo hace, y en gran número.

Nadie en ninguna circunstancia se salva solo, y menos con una enfermedad tan contagiosa como la Covid, que nos recuerda crudamente que los humanos somos, además de seres individuales, seres sociales. Esto quiere decir que ser con otros, que ser para otros y gracias a otros es condición de nuestra existencia. No lo olvidemos en este momento crucial.

Por Ester Szlit Feldman, médica ginecóloga y especialista en Medicina familiar, para Página 12.

Redaccion

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