Concejales en desacuerdo con destinar el 50% del FAS a obras de infraestructura

El bloque de concejales del Frente de Todos manifiesta su desacuerdo con los criterios del ejecutivo municipal de destinar el 50% de los recursos del Fondo de Ayuda Solidario (FAS) a obras de infraestructura. Sostenemos nuestra posición en el principio de solidaridad que le dio espíritu a la ordenanza.

Un rápido recorrido por los recursos económicos que acumuló el Fondo de Ayuda Solidaria en los últimos años nos muestra que se ha incrementado notoriamente la recaudación pero que dichos fondos han sido sub-ejecutados, es decir, sin utilización para los fines previstos en la ordenanza impulsada en 1994 por el Dr. Daniel Grasso. ¿Por qué razón? Porque los aumentos de tarifas generados en el gobierno de Macri y Vidal superaron el 1000%, lo que se vio directamente reflejado en el FAS, incrementando significativamente su recaudación en la misma proporción. En el año 2015, el dinero ingresado a través de este concepto adicional en la factura fue de 3.777.622 pesos, y en el año 2019 fue de 25.345.257 pesos. 

En virtud de esto, ahora el gobierno municipal pretende destinar el 50% de lo recaudado en el FAS a obras de infraestructura, desvirtuando claramente el espíritu que motivó a impulsar la norma en cuestión. Si permitiéramos que avance la iniciativa actual del gobierno municipal estaríamos incurriendo en una doble imposición al conjunto de los contribuyentes. Por un lado, la Tasa de Salud que pagan nuestros vecinos todos los meses y que prevé, justamente, el financiamiento de la infraestructura del Sistema Integrado de Salud Pública, entre otras cosas. Y, por otro lado, el FAS que también pagan mensualmente el conjunto de vecinos con su boleta de luz. Ambas tendrán el mismo fin. 

El Fondo de Ayuda Solidario (FAS), es una ordenanza creada por el Dr. Daniel Grasso en los años ’90 del siglo pasado. Se trata de un fondo especial que tiene como destino exclusivo solventar económicamente la atención de patologías que impliquen prácticas de Alta Complejidad, que no pudieran ser derivadas a un efector público dentro del país, cuyos destinatarios no poseyeran obra social alguna y de uso exclusivo para ciudadanos tandilenses pacientes del Hospital Municipal. 

Para ello se incorporó un concepto adicional en la factura de luz que es pagado por el conjunto de los tandilenses y que representa el 3,5% de la misma.  

Actualmente se cubren prácticas quirúrgicas, prótesis, órtesis, tratamientos farmacológicos, y otros estudios que no son considerados de alta complejidad pero que resultan de un costo imposible de absorber por las y los pacientes. La ordenanza vigente prevé también la utilización de hasta un 15% de los fondos recaudados para adquisición de aparatología específica que permita mejorar la atención en el Hospital Municipal Ramón Santamarina. 

Vemos como positivo que la aplicación del FAS se haya extendido para solventar prácticas no estrictamente de alta complejidad – pero sí de alto costo – para dar respuesta a las demandas de los vecinos y vecinas de Tandil.  

No dejamos de celebrar que de una buena vez el oficialismo se halla allanado a la necesidad de rediscutir el FAS puesto que desde nuestro espacio político hace años que hemos presentado proyectos de modificación sin encontrar eco en la mayoría oficialista. Consideramos necesario que se revea la ordenanza – modificada en más de una oportunidad – para que el uso que se le está dando a ese Fondo Solidario esté ajustado a la norma, pero entendemos que es un engaño al contribuyente. 

Frente a esto desde el bloque de concejales del Frente de Todos proponemos las siguientes modificaciones pero siempre bajo la premisa del respeto al espíritu solidario con el que, tal su nombre lo indica, fue pensado el FAS.

– Incorporar instrumentos claros y precisos que promuevan el acceso a la información de vecinos y vecinas, haciendo campañas para difundir la existencia de la herramienta.

– Incorporar un esquema de capacitación obligatoria acerca del alcance de la herramienta a todos los profesionales médicos y administrativos del SISP así como de su correcto y eficiente uso.

– Considerar al universo de monotributistas de la escala menor, cuyas obras sociales no cubren (en la mayoría de los casos) prestaciones de alta complejidad y tratamientos medicamentosos. Sobre este tema, hemos tenido que intervenir desde nuestro bloque, en casos puntuales, que revestían gravedad y que de no ser por nuestra intervención las personas hubieran quedado sin atención.

– Destinar los excedentes del Fondo (habiendo garantizado la total cobertura del universo alcanzado) al primer nivel de Atención, reforzando los Centros de Atención Primaria, financiando mejoras en políticas y programas de prevención. 

Por último, reiteramos nuestra adhesión contundente al espíritu solidario e innovador con el que el Dr. Daniel Grasso creó la presente Ordenanza, y entendemos que toda modificación que se promueva debe seguir este mismo camino: el de dar respuesta a través de la solidaridad del conjunto de los vecinos y vecinas a las necesidades de quienes más lo necesitan.

La salud es un derecho para todas y todos nuestros vecinos, la información también.

Redaccion

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