España fue mucho para Argentina, jugó un mejor basquet y es el nuevo Campeón del Mundo

Claro que duele. Sin duda que llena de angustia. Hasta es posible sentir que puede sentirse injusto porque la Argentina hizo tantas cosas realmente magníficas en este torneo y que se escapase tan cerca. Pero España lo mereció de punta a punta e hizo todo lo que debía para llegar a la cima y coronarse por segunda vez en su historia. Será en definitiva una lección interesante para este equipo argentino, que tomará nota de cada detalle de esta noche en la que se hicieron trizas las ilusiones.

De ninguna manera la caída por 95-75 va a desatar una ola de cuestionamientos, porque ellos dejaron la piel en la cancha. Porque, aun cuando no fue la mejor producción del conjunto nacional y estuvo lejos en el marcador siempre, nunca se entregó y dejó la piel hasta en el último segundo. Conmueve verlos ahí parados con el alma destrozada, llenan de orgullo porque respetan al rival y emociona ver cómo los campeones les ofrecen ese mismo respeto. Fue el segundo subcampeonato mundialista para la Argentina, después de Indianápolis 2002. España, a su vez, se consagró campeón por segunda vez en su historia, luego de la corona alcanzada en 2006.

Un arranque 7-0 de España, con Oriola, Rubio y Gasol, pusieron en contexto la experiencia del equipo europeo para esta cita. Argentina no estuvo fino en el arranque y se mostró incómodo en la ofensiva. Apenas un doble de Brussino en apenas tres minutos y una carrera de 11-2, obligaron a reacomodar y ajustar detalles. Fue una situación inédita para el conjunto nacional esto de estar abajo por 10 puntos en un juego y eso desenfocó al equipo. Pero se reencontró cuando Brussino acertó dos lanzamientos de tres puntos, rompió la sequía Campazzo y se sumó al repertorio Deck para contestar con un parcial de 11-0 y ponerse en partido (14-13). Sin embargo, España volvió a establecer distancia y cerró el primer capítulo ganando 23-14.

La defensa de España está marcando la diferencia y la Argentina tomó los tiros que pudo, no los que mejor le sientan. Sufrió demasiado la intensidad del equipo europeo que además encontró la mano de Rudy Fernández para establecer una distancia de 31-16. Resultó una batalla demasiado compleja para el conjunto nacional que no pudo imprimirle velocidad nunca a su juego. Una buena lectura de Sergio Scariolo, el DT de España, le sacó frescura a Campazzo y no le dio opciones Scola para sumar, ya que el capitán argentino no se encontró con el aro en toda la primera parte. Fue una tremenda prueba para la Argentina, que no estuvo fino en el tiro de tres puntos con 3 aciertos sobre 12 intentos, le costó establecer juego por eso tuvo una cantidad alta de pérdidas en la primera parte (9) y eso se tradujo que fue el goleo más bajo del equipo en un primer tiempo en toda la competencia. Con una desventaja importante se fue al descanso el conjunto nacional y obligado a recapitular: 43-31.

La idea de la Argentina no logró tomar vuelo en el arranque de la segunda etapa. Áspera la defensa de España y efectivo el ataque de los europeos fue sacando de eje al equipo de Sergio Hernández. Scola lució contrariado y Campazzo sin la claridad para leer al rival como lo hizo en cada uno de los juegos anteriores. La tranquilidad de España para entender la desesperación de su adversario resultó determinante para hacer que la distancia fuese cada segundo más importante: 54-33. Intentó salir del letargo con dos bombazos, uno de Vildoza y otro de Campazzo, aunque la experiencia de los españoles volvió a enfriar cualquier reacción. Primero Llul y después Marc Gasol, supieron cómo sostener el peligro. para poner en contexto lo fuera de partido que quedó la propuesta de la Argentina, es necesario comprender que Scola anotó su primeros dos puntos cuando faltaban 3 minutos para cerrar el período. Una buena muestra de carácter de España permitió que la Argentina nunca pudiese sentirse con posibilidades de ponerse en partido y quedó lejos de esa chance: 66-47.

En el último cuarto nada se modificó para España, pero sí la Argentina salió más lanzada a tratar de provocar errores del rival. Mostró coraje el equipo argentino, acortó las distancias y se puso a 12 puntos. Pero cuando Deck comenzó a tomar ritmo y Laprovittola y Campazzo se pusieron intensos en la defensa, los españoles respondieron nuevamente con la enorme categoría de Llul, la potencia de Marc Gasol y jerarquía de Rubio para no dejar que corriese riesgo su camino hacia la coronación.

Fuente: La Nación Deportes

Horacio Sobol

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