El lunghismo nuevamente envuelto en la discusión del consumo de «crack»

El gobierno comunal suele salir a negar todo tipo de crisis como la crisis de la industria en la ciudad, de la que asegura no haberse enterado, o la crisis de los comercios que cierran día a día y hasta la crisis laboral, a pesar de que la desocupación de menores de 30 años está muy por encima de la media.

En este caso, el tema es mucho más complejo porque tiene sus antecedentes. En la navidad de 2016 fue el por entonces cura párroco Fernándo Lede Mendoza quien aseguró, en plena omilía de la iglesia central de la ciudad, que en Tandil había cocinas de cocaína y que se consumía «paco», entre otras denuncias.

El comentario fue reprobado por el mismísimo intendente, quien retó al joven sacerdote a denunciar en la justicia, cosa que Lede Mendoza efectivamente hizo. La discusión fue un escándalo.

Esta vez fueron representantes de la misma justicia los que evidenciaron en los medios de comunicación que en nuestra ciudad crece exponencialmente el consumo de «crack», un compuesto de clorohidrato de cocaína que junto con bicarbonato genera una cáscara que se fuma, en lugar de consumirse a través de las fosas nasales.

Luego de la revelación de la situación que hiciera el defensor oficial Diego Araujo, el ayudante fiscal de la Unidad Fiscal de Investigación 22, Temática de Estupefacientes, doctor Fabio Molinero, fue quien declaró en medios locales que “hace bastante que vengo planteando este tema. Diría que hace dos años, cuando se dio toda una discusión sobre el paco en Tandil, que ahí ya se estaba visualizando el consumo de este tipo de drogas”.

Molinero cargó, por su parte, contra la figura del secretario de Protección Ciudadana, Atilio Della Maggiora, con el cual también había sido contactado por Elichiribehety para trabajar sobre la problemática. “No puede hablar de nada, está pintado al óleo, es un cuadro de Picasso, hay que dejar los egos de lado y trabajar en serio. Con los recursos que tiene la secretaría se podrían hacer muchas cosas”.

Por su parte el secretario de Protección Ciudadana, Atilio Della Maggiora respondió que «más allá del tipo de estupefaciente, la problemática es la drogadicción» y que “en Tandil hay drogas como todo en el país”, además de destacar los trabajos que realizan en la temática.

Finalmente, en la misma línea negadora de la situación, el funcionario de Lunghi dijo sobre la presencia de crack en la ciudad que “técnicamente tampoco tenemos visibilizado que esto ocurra” y agregó que “lo que si vemos es la presencia de cocaína de baja calidad en Tandil. Es decir que la cortan con sustancias que son más nocivas para la salud”.

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