Una breve mirada sobre la historia muestra que los gobernadores no suelen proyectar su poder provincial en poder nacional

Creado en 1827 bajo el gobierno de Rivadavia, con el título de “Presidente de las Provincias Unidas del Río de la Plata”, han sido 69 personas las que han detentado el cargo de Presidente de la Nación Argentina, entre los constitucionales y los de facto. Al margen de la forma de acceso al poder (por las urnas o las balas), la mayoría de ellos fueron abogados y militares; dos provinieron de las ciencias médicas: Illia era médico clínico y Cámpora odontólogo; dos también fueron ingenieros: Justo y Macri, aunque Justo también era hombre de leyes; uno solo fue docente de verdad: Sarmiento; y una era artista: Isabelita.

 

Por Agustín Galassi

 

            Mucha tinta se ha volcado, no obstante, sobre la profesión de origen de los primeros mandatarios de nuestro país, como mencionamos a la brevedad en el párrafo precedente. Pero lo que nos interesa en este repaso hecho bajo los efectos del clima “cierre de listas”, es el camino institucional que siguieron este variopinto grupo de hombres y mujeres -en sentido absoluto 67 a 2- que ocuparon la jefatura del Estado Nacional, tanto antes como después de ocuparla. Y nos referimos al camino institucional a secas, es decir, cargos que fueron ocupados en distintas instancias y poderes del Estado: excluimos de esto los cargos de “funcionario judicial”, ya que siendo la mitad abogados, nos perderíamos en la intrincada burocracia de la justicia argentina. Por tanto, nos centraremos en los cargos legislativos y ejecutivos, en cada etapa del estado: del municipio a la provincia, de una provincia al gobierno central.

 

Largas carreras que pasaron por instancias municipales, provinciales y nacionales, y en algunos casos, todos de carácter ejecutivo: es el caso de Kirchner y Duhalde, ambos intendentes, gobernadores y presidentes. Otros ejemplos, como Alfonsín y Cristina, de largos recorridos legislativos, recién conocieron su primera responsabilidad ejecutiva cuando se pusieron la banda presidencial. 

 

La premisa básica sobre la que giró el espíritu de este breve texto es la nota publicada en Panamá Revista, “Los usos de Pichetto” (Panamá Revista digital, 17 de junio), escritas por sus directores Pablo Touzon y Martín Rodríguez, a raíz de la designación del legendario congresista peronista por el presidente Macri como su compañero de fórmula. La idea central de la que parte el artículo es esta: “el poder de los gobernadores” es una percepción auto reproducida por el sistema político argentino, pero raras veces lo constituye. Dicho de otra manera: les cuesta a los gobernadores proyectar su poder provincial en poder nacional, y esto se hace evidente en el caso de los tres gobernadores más importantes, es decir, los de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, en ese orden. Como primer dato podemos señalar que de hecho nunca un gobernador de Santa Fe fue luego Presidente de la Nación, y hay que retroceder hasta el Orden Conservador para encontrar alguno catapultado por la gobernación bonaerense o cordobesa (excluyendo a Duhalde que supone una excepción). Es más, si nos centramos en las últimas cinco elecciones presidenciales -1999, 2003, 2007, 2011 y 2015- vemos una mayor gravitación de los jefes de gobierno porteños, que pusieron dos presidentes de cinco posibles: De la Rúa y Macri. En las dos además, el escenario fue similar: el Jefe de Gobierno porteño opositor frente al “goberna” bonaerense oficialista (en 1999 sin ballotage, en 2015 bajo ese esquema), al margen de los matices entre Duhalde y Scioli, y de estos para con Menem y Cristina.

 

Este razonamiento me llevó a repasar los cargos por los que atravesaron nuestros presidentes y, realmente, hay de todo: desde trayectorias cortas en el Congreso o algún ministerio con salto directo al Sillón de Rivadavia (muy frecuente durante la hegemonía del Partido Autonomista Nacional), hasta largas carreras que pasaron por instancias municipales, provinciales y nacionales, y en algunos casos, todos de carácter ejecutivo: es el caso de Kirchner y Duhalde, ambos intendentes, gobernadores y presidentes. Otros ejemplos, como Alfonsín y Cristina, de largos recorridos legislativos, recién conocieron su primera responsabilidad ejecutiva cuando se pusieron la banda presidencial. De esta lista vamos a excluir a los presidentes de facto: los de 1930, 1955, 1966 y 1976; en el caso de la década de 1930 si vamos a considerar a los presidentes de la Década Infame, por cuestiones de utilidad para dar volumen a estos párrafos. El caso excepcional en esta raza de militares presidenciables será, como siempre, el de Juan Domingo Perón: funcionario e ideólogo de un gobierno de facto de corte nacionalista, después fue revalidado en las urnas tres veces.

 

Otra exclusión de la lista que presentamos a continuación es la de aquellos que ocuparon el cargo menos de una semana, básicamente, todos los que sobrevinieron a la hecatombe institucional de diciembre de 2001 y a Federico Pinedo, Presidente la Nación entre las 00:00 horas y las 12:00 horas del 10 de diciembre del 2015. Un dilema se me presentó con el caso de Lastiri: todos recuerdan la victoria de Cámpora en el 73 y la posterior venida de Perón, pero pocos se percatan que Lastiri incluso ocupo más tiempo el cargo que aquel. Asique los vamos a considerar a los dos. Por último, como verán a continuación, la lista comenzará tras la plena unión de las provincias del Río de la Plata concretada con la derrota militar de Buenos Aires en 1862.

 

Y ahora si, la lista de los presidentes argentinos y el camino institucional que recorrieron antes -y también luego- de sujetar, tirar o bailar con el bastón presidencial:

 

1- Bartolomé Mitre (1862-1868): antes de ser Presidente de la Nación fue gobernador de la ultima Buenos Aires autónoma, entre 1860 y 1862, y en su calidad de gobernador de Buenos Aires y jefe de las fuerzas armadas del Estado de Buenos Aires fue derrotado en la Batalla de Cepeda, con lo que La Provincia aceptó -con reparos- el orden constitucional nacido en 1853.

 

2- Domingo Faustino Sarmiento (1868-1874): antes de ser presidente fue gobernador de San Juan, y luego fue senador por su provincia y Ministro del Interior durante la administración Avellaneda.

 

3- Nicolás Avellaneda (1874-1880): fue Ministro de Justicia de Sarmiento, y luego de su periodo presidencial, senador por Tucumán entre 1882 y 1885.

 

4- Julio Argentino Roca (1880-1884; 1898-1904): fue el primer presidente militar neto, y el primero en serlo en dos periodos no consecutivos. Antes de ser presidente, apenas había sido Ministro de Guerra y de Marina de Avellaneda. Luego de ser presidente la primera vez, fue senador por la Capital Federal, Ministro del Interior de Pellegrini y senador por la provincia de Tucumán. Prócer máximo del orden conservador.

 

5- Miguel Ángel Juárez Celman (1886-1890): fue el primero en renunciar al cargo, como consecuencia de los alzamientos radicales. Otro caso de gobernador-presidente: gobernó Córdoba a principios de la década de 1880 y luego fue senador por esa misma provincia.

 

6- Carlos Pellegrini (1890-1892): figura intelectual de la generación del 80, asumió la presidencia para terminar el mandato de Juárez Celman, de quien era su Vicepresidente. Antes de acceder al Ejecutivo Nacional, fue senador y diputado por la Provincia de Buenos Aires, y también fue Ministro de Guerra y de Marina tanto de Avellaneda como de Roca. Luego de ser vice y presidente, repitió una vez más como diputado y senador por Buenos Aires. Un polifuncional de la política.

 

7- Luis Sáenz Peña (1892-1895): otro polifuncional, pero que no pudo terminar mandato. Fue senador y diputado por Buenos Aires en la década de 1870, vicegobernador de Buenos Aires en el mismo periodo y Ministro de la Corte Suprema. Fue el segundo en renunciar al cargo.

 

8- José Evaristo Uriburu (1895-1898): nuevamente el caso de un Vice que completa el mandato de su renunciante jefe. Fue diputado de la recién creada Cámara de Diputados moderna en la década de 1860, también diputado por Salta en la década siguiente, y Ministro de Justicia de Mitre. Tras su doble rol ejecutivo, fue senador por la Capital Federal en la primera década del siglo XX.

 

9- Manuel Quintana (1904-1906): primer presidente que falleció oficialmente en el cargo, aunque fuese de modo formal tras una larga licencia por enfermedad. Antes de su final como primer mandatario, fue diputado y senador por Buenos Aires, llegando a presidir ambas cámaras, y Ministro del Interior de Sáenz Peña. Además, había sido rector de la Universidad de Buenos Aires.

 

10- José Figueroa Alcorta (1906-1910): asumió la presidencia tras la muerte de Quintana, y le tocó ser el presidente del Centenario. Fue también el primero en enfrentar al sindicalismo como actor político-social. Antes de ser el vicepresidente de Quintana, y de ahí presidente, había sido diputado y senador por Córdoba, provincia de la cual también fue gobernador.

 

11- Roque Sáenz Peña (1910-1914): primer y único hijo que llegó a presidente luego de que su padre también lo fuese, paso a la posteridad como el que abrió a la democracia argentina a una nueva dimensión mayoritaria. También fue otro de los presidentes que falleció en el cargo, una maldición bastante habitual de la época. Primero fue diputado por Buenos Aires y después por la Capital Federal, y en el medio de ambos periodos legislativos fue Canciller de Juárez Celman.

 

12- Victorino de la Plaza (1914-1916): completo el mandato de Sáenz Peña en función de ser su Vice, y le tocó lidiar con el comienzo de la Primera Guerra Mundial. Antes de su paso de vice a presidente, había sido dos veces Canciller (una vez en la primera presidencia de Roca y otra vez con Juárez Celman) y también Ministro de Hacienda (Economía) del roquismo histórico entre 1883 y 1885.

 

13- Hipólito Yrigoyen (1916-1922): primer presidente del sufragio universal y secreto, inauguró las presidencias radicales y terminó con el Orden Conservador y la hegemonía del PAN. Suele ser sindicado como el primer presidente de masas, o primer movimiento histórico. Fue además, el segundo en la historia que fue electo dos veces. Diputado por Buenos Aires durante el gobierno de Avellaneda,  luego se dedicó a combatir al sistema desde afuera, siendo un referente del ala combativa de la Unión Cívica Radical a partir de la década de 1890.

 

14- Marcelo Torcuato de Alvear (1922-1928): fue el primer oligarca que se dio cuenta que había que cooptar a la UCR. Antes de ser presidente había sido diputado por la Capital Federal y Embajador argentino en Francia.

 

15- Agustín Pedro Justo (1932-1938): fue el primero electo mediante el denominado “fraude patriótico” y bajo el régimen de la Concordancia, tras el golpe contra Yrigoyen de 1930 y los dos años de dictadura militar a cargo de José Félix Uriburu. Antes de ser líder del Golpe de Estado y posterior presidente, había sido Ministro de Guerra durante la administración de Alvear.

 

16- Roberto Marcelino Ortiz (1938-1942): anteúltimo presidente en morir en el cargo, le tocó vivir el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Antes de llegar a la Rosada fue diputado por la Capital Federal, Ministro de Obras Públicas de Alvear y Ministro de Economía de Justo. Vale destacar que tras un escándalo de corrupción relacionado a la venta de tierras públicas, Ortiz intentó renunciar a mitad de mandato, pero el Congreso no aceptó su dimisión.

 

17- Ramón Antonio Castillo (1942-1943): como Vice de Ortiz asumió para completar su mandato, cosa que no pudo lograr y fue removido por el golpe militar de 1943. Había sido interventor de Tucumán cuando los golpistas de septiembre del 30 tomaron el poder, y luego ocupo el Ministerio de Justicia y el Ministerio del Interior durante la presidencia de Justo.

 

18- Juan Domingo Perón (1946-1955; 1973-1974): tres veces presidente de la República,  Perón fue el hecho maldito del país liberal (o burgués). Fue el primer presidente reelecto en forma consecutiva, aunque no pudo completar su segundo mandato. Además, fue el último presidente en morir en el cargo. Con anterioridad a su presidencia, Perón sólo había participado políticamente desde el Ejército y fue figura central del régimen militar nacido del golpe de 1943: durante este lapso, ocupo simultáneamente la secretaria de Trabajo y Previsión, el cargo de Ministro de Guerra y la vicepresidencia.

 

19- Arturo Frondizi (1958-1962): tras los dos años de la Fusiladora, en elecciones con el peronismo proscripto, es electo presidente el radical intransigente Frondizi, quien anteriormente solo había sido diputado nacional por Buenos Aires a mediados de los años 1940. Fue depuesto de su cargo por las tensiones inmanejables dentro de las Fuerzas Armadas.

 

20- José María Guido (1962-1963): radical intransigente, quedó como presidente tras la renuncia forzada de Frondizi por ser presidente del Senado, único cargo legislativo que había ocupado. Es decir, fue senador y presidente, y tuvo que convocar elecciones anticipadas por la presión militar.

 

21- Arturo Humberto Illia (1963-1966): considerado un tipo honesto, una especie de Pepe Mujica argentino, Illia fue el primer y único presidente médico en la historia nacional. Su primer cargo legislativo fue una banca por Cruz del Eje en la Legislatura Provincial de Córdoba, para luego ser vicegobernador de Córdoba y finalmente diputado nacional por su provincia. Fue el último presidente en ser electo bajo la proscripción del peronismo, y a pesar de ser removido de hecho de su cargo, nunca renunció al mismo.

 

22- Héctor José Campora (1973): primer presidente electo sin partidos proscritos, devolvió el poder al peronismo tras 18 años, aunque solo estuvo dos meses en el cargo y renunció. Hombre cercano a la Tendencia, Cámpora había sido diputado por la Provincia de Buenos Aires casi todo el periodo conocido como “peronismo histórico”, y presidente de esa cámara.

 

23- Raúl Alberto Lastiri (1973): hombre de López Rega, y de carrera diplomática, había sido electo diputado por la Capital Federal en 1973 cuando ganó Cámpora. Como presidente de la Cámara de Diputados quedó como Presidente de la Nación tras la renuncia del binomio presidencial y la ausencia del presidente del Senado cuando se produjo en enroque.

 

24- María Estela Martínez de Perón (1974-1976): primera mujer de la historia argentina en ocupar el cargo de Presidenta de la Nación, fue también el último caso de un Vice reemplazando al fallecido presidente, tras la muerte de Perón en julio de 1974. Nunca había ocupado ningún cargo institucional antes de la vicepresidencia, aunque su actuación en política durante el exilio de Perón es mucho más prolífica de lo que la historia oficial peronista reconoce.

 

25- Raúl Alfonsín (1983-1989): el mandatario del retorno democrático, que no pudo terminar su mandato, era un hombre de una trayectoria intachable: antes de ser Presidente había sido concejal en Chascomús (único concejal de nuestra historia que llegó a la presidencia), diputado por la quinta sección electoral en la Provincia de Buenos Aires, y diputado nacional por la misma provincia. Luego de su periodo presidencial, y como figura principal del pacto que configuró la idea del “poder de los gobernadores” -el Pacto de Olivos-, Alfonsín fue convencional constituyente en 1994 y senador por Buenos Aires a principios de los 2000.

 

26- Carlos Saúl Menem (1989-1999): desde 1916 que no se había logrado un traspaso presidencial entre dos personas de distinto partido. Menem fue el primer presidente profesamente no católico del país. Antes de ser presidente de la nación, fue dos veces gobernador de La Rioja: primero de 1973 hasta el golpe, y luego de 1983 hasta asumir la presidencia. Ya después de ser presidente fue electo senador por su provincia, cargo que ocupa actualmente.

 

27- Fernando De la Rúa (1999-2001): tal vez el presidente constitucional más patético de nuestra historia, contaba con una amplia trayectoria antes de ganar las elecciones de 1999: fue primero diputado y luego senador por la Capital Federal, y luego de la reforma constitucional de 1994 primer Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires bajo su nuevo estatus. La sangre con que manchó la Plaza de Mayo sepultó su carrera política, y fue el último presidente en renunciar al cargo.

 

28- Eduardo Duhalde (2002-2003): Duhalde sea tal vez quien invento la alquimia del “poder de los gobernadores”. Ocupo cargos de los más variados: dos veces Intendente de Lomas de Zamora, luego fue diputado por Buenos Aires y Vicepresidente de Menem. En 1991 fue electo Gobernador de Buenos Aires desde donde construyó un poder omnipresente, que sin embargo no logró proyectar en las presidenciales de 1999. En 2001 fue electo senador por su provincia, y tras la renuncia de De la Rúa y el desfile de presidentes sin poder, asumió el cargo por decisión de la Asamblea Legislativa en enero de 2002. No obstante, tras la Masacre de Puente Avellaneda, debió convocar elecciones anticipadas y no terminó el mandato que se le había otorgado.

 

29- Néstor Carlos Kirchner (2003-2007): presidente normalizador, Kirchner reinventó una política argentina que parecía agotada. Un hombre de gobierno, siguió un camino similar al de su antecesor: fue Intendente de Río Gallegos, Gobernador de Santa Cruz y finalmente Presidente de la Nación. Luego de su periodo presidencial fue elegido diputado nacional por Buenos Aires, cargo en el cual falleció. Además tuvo un cargo ejecutivo de un organismo internacional: en 2010 había sido elegido primer Secretario General de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).

 

30- Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015): al revés que su compañero Néstor, Cristina fue siempre una mujer propia del debate legislativo: fue diputada por Río Gallegos en la legislatura provincial de Santa Cruz, luego diputada nacional por Santa Cruz y finalmente senadora por esa provincia hasta ganar la presidencia en 2007. Primer mujer de nuestra historia en ser elegida y reelegida por voto popular. Luego de sus dos mandatos, entró a la Cámara de Senadores por la Provincia de Buenos Aires, cargo que aún ostenta, además de ser candidata a Vicepresidenta en las elecciones de este año.

 

31- Mauricio Macri (2015-en el cargo): primer presidente no abogado desde la vuelta de la democracia, y primer mandatario formado totalmente por el sistema educativo privado. Emergente del cavallismo porteño, antes de ser presidente había sido electo diputado nacional por la Capital Federal y Jefe de Gobierno porteño durante dos mandatos consecutivos. Ocupo varias presidencias pro-tempore en UNASUR, MERCOSUR y el G-20, posiciones a las cuales no dio la más mínima importancia. Actualmente compite por ser reelecto como Presidente de la Nación.

 

En síntesis, y como hemos repasado en está lista bastante acotada, no hay una clara demostración del “poder de los gobernadores” y más teniendo en cuenta a las tres provincias más grandes, un sistema que parecía ineludible en el pos-2001. Lo cual no quiere decir, por supuesto, que no exista: existe sujeto a límites que no devienen particularmente del ordenamiento político, sino más bien de la propia sociedad, donde conocimiento no se traduce precisamente en simpatía.

Redaccion

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