La inflación de mayo volvió a quedar arriba del 3 por ciento, lo mismo que los últimos cuatro meses. Esta vez el alza de precios fue del 3,1 por ciento frente a abril, según informó ayer el Indec. En la comparación anual la suba de precios al consumidor escaló a un record del 57,3 por ciento, el nivel más alto desde 1991. Hace 16 meses que la inflación está por arriba del 2 por ciento mensual, de los cuales en 10 oportunidades quedó arriba de 3 por ciento. En alimentos y bebidas, cuyo impacto es más severo en los sectores más vulnerables, la escalada inflacionaria llegó al 65 por ciento anual. El Gobierno y el Fondo Monetario Internacional, pese a ello, evaluaron el dato como positivo. Señalaron que el 3,1 por ciento de mayo marcó la segunda baja consecutiva, aunque evitaron precisar que lo hizo desde registros más que elevados como el 4,7 por ciento de marzo y el 3,4 por ciento de abril.
La inflación sigue siendo un problema central pese a las reiteradas promesas de Mauricio Macri y del equipo económico sobre un alivio que nunca llega. En cinco meses de 2019, la suba de precios a nivel minorista alcanzó el 19,2 por ciento, lo cual ubica a la inflación esperada para el primer semestre en un nivel bastante similar al que el Gobierno proyectó para todo el 2019 (del 23 por ciento según la Ley de Presupuesto). Para fines de año, habrá vuelto a errarle al cálculo en unos 20 puntos porcentuales. En los cuatro años de gestión de Cambiemos, los precios estuvieron siempre por arriba del nivel que anotó en 2015.
Después de una desaceleración a fines del año pasado frente a los valores record de septiembre y octubre (6,5 y 5,4 por ciento, respectivamente), en 2019 la inflación tiene una forma de campana. En enero, los precios se movieron un 2,9 por ciento, luego pasaron al 3,8 en febrero y 4,7 en marzo. En abril, la inflación bajó un poco a 3,4 por ciento y en mayo, 3,1. Si bien los datos de los últimos dos meses implican una desaceleración inflacionaria, el nivel de variación de los precios es todavía muy alto en relación al rango del 1,5/2 por ciento que tenía antes de la devaluación del año pasado y también sobre el final del gobierno anterior, previo a la asunción de Macri. En la última recta antes de las elecciones presidenciales, el Gobierno apuesta a que al menos no se vuelva a acelerar la inflación. Para lograr ese objetivo, el Ejecutivo cuenta, por un lado, con el ancla cambiaria a través de la libre intervención del Banco Central para controlar al dólar, mientras que por el lado de las tarifas de servicios públicos pospuso varios aumentos para después de octubre.
El capítulo de alimentos y bebidas subió en mayo 2,4 por ciento, por debajo del promedio general. En cinco meses, los productos centrales de la alimentación acumulan un alza del 21,6 por ciento y en el último año, del 64,9 por ciento, en ambos casos por arriba de la inflación general. Entre los alimentos que más subieron en mayo está el agua sin gas (30,6 por ciento), yogur firme (13,2), yerba mate (7,8), azúcar (6,8), dulce de leche (6,7), queso sardo (6,5) y manteca (6,4). En cambio, tuvieron caídas de precio el pollo fresco (-7,8), filet de merluza (-2,3), lechuga (-9,6) y tomate (-2,9).
El rubro con mayor aumento el mes pasado es salud, con el 5,1 por ciento. Parte de ese incremento se explica por la aplicación de un aumento de las cuotas de medicina privada del 7,5 por ciento. El Ejecutivo autorizó nuevos aumentos a partir de julio (5,5 por ciento), agosto (6,0) y septiembre (6,0). Por otro lado, los medicamentos vienen ejerciendo una fuerte presión inflacionaria y de deterioro en el poder adquisitivo, especialmente de los adultos mayores.
El capítulo de vivienda, agua, electricidad y gas tuvo una suba del 4 por ciento en mayo. Ese resultado se explica por el aumento del 27 por ciento en la tarifa de agua y el 9,1 por ciento de incremento en el gas. El rubro de transporte subió 3,5 y comunicación, 2,0. Por el ingreso de la temporada invernal, las prendas de vestir y calzado subieron 3,4, mientras que equipamiento y mantenimiento del hogar avanzó 3,2 por ciento.
En el desagregado regional, el mayor nivel de inflación se verifica en el noroeste, con el 3,9 por ciento en mayo y el 59,2 por ciento en doce meses. A escala nacional, los bienes muestran una suba de precios del 62,3 por ciento, por arriba de la variación del 48,8 por ciento en servicios.
En la Ciudad de Buenos Aires, la inflación de mayo fue del 3,1 por ciento, al igual que a nivel nacional. En los primeros cinco meses, los precios en territorio porteño muestran un alza del 19,4 por ciento y del 54,7 por ciento en el último año. Según informó el centro de estadísticas de la Ciudad, el rubro de vivienda, agua, electricidad y gas aportó 0,8 punto porcentual a la inflación general, a partir del incremento en la tarifa residencial de agua corriente y de gas por red.
Fuente: Página12